La economía mexicana se perfila para cerrar 2024 con un crecimiento robusto, apoyado en un contexto global de estabilidad económica y disminución de la inflación, impulsada por la mejora en las cadenas de suministro.
Este entorno económico favorable permitirá a los bancos centrales de las principales economías, como la Reserva Federal de Estados Unidos, reducir gradualmente sus tasas de interés, lo que podría favorecer una mayor actividad económica a nivel mundial.
Para México, los analistas proyectan un cierre de 2024 con un crecimiento sostenido, respaldado por una demanda interna fortalecida. Factores clave de este desempeño son el mercado laboral en expansión y el consumo privado, incentivado por programas sociales enfocados en el bienestar y la equidad.
Además, la inversión privada y pública en proyectos de infraestructura estratégica, como nuevas vías de transporte y redes de distribución, han contribuido a consolidar esta estabilidad económica.
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De acuerdo con el Paquete Económico 2025, México podría crecer entre un 2 por ciento y 3 por ciento en términos reales, impulsado por una demanda interna vigorosa, inversiones estratégicas y la relocalización de empresas que buscan acercarse al mercado norteamericano. La creciente integración regional también atraerá flujos récord de Inversión Extranjera Directa en sectores prioritarios como la manufactura, tecnología y logística.
Expectativas de Inflación y Tipo de Cambio
En términos de inflación, se espera que México alcance el 3.5 por ciento en 2025, en línea con el objetivo del Banco de México, beneficiándose de menores presiones externas y una política monetaria estable.
El tipo de cambio promedio se proyecta en 18.7 pesos por dólar, lo que refleja la solidez de la economía mexicana y su resiliencia ante posibles choques internacionales.
Gestión Fiscal y Finanzas Públicas
El gobierno mexicano busca una gestión fiscal equilibrada, con un déficit reducido del 5 por ciento del PIB en 2024 a un 3.2 por ciento en 2025, lo que permitirá que la deuda pública se mantenga en un nivel sostenible, representando un 51.4 por ciento del PIB.
La estrategia fiscal del gobierno se enfoca en mantener la confianza en las finanzas públicas con políticas de recaudación eficaces que impulsarán los ingresos tributarios hasta alcanzar el 14.6 por ciento del PIB en 2025. Este incremento en la recaudación se logrará a través de la digitalización fiscal y la simplificación de procesos para combatir la evasión.
Inversión en Infraestructura y Programas de Bienestar
El Proyecto de Presupuesto de Egresos para 2025 dará prioridad a la inversión en infraestructura pública, un motor de crecimiento de corto y largo plazo. Estos recursos se orientarán hacia proyectos que fomenten el desarrollo regional y faciliten la actividad económica en sectores estratégicos.
Además, el presupuesto contempla una mayor asignación a los programas de bienestar, garantizando así los derechos sociales y contribuyendo a mejorar la calidad de vida de la población.
La administración encabezada por Claudia Sheinbaum enfatiza que estas políticas de austeridad y gasto público eficiente buscan consolidar el crecimiento económico de México y fortalecer su posición frente a otros países de América Latina.
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