En medio de la escalada de tensiones entre México y Ecuador, tras el incidente en el que fuerzas policiales ecuatorianas irrumpieron en la embajada mexicana para detener al ex vicepresidente Jorge Glas, la Canciller mexicana, Alicia Bárcena, ha afirmado que México, por el momento, no contempla la expulsión de personal diplomático ecuatoriano en territorio nacional.
En una entrevista para Foro TV, Bárcena explicó que la decisión sobre la representación diplomática ecuatoriana en México recae en el gobierno de Ecuador, en el contexto de la reciente ruptura de relaciones diplomáticas.
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Bárcena enfatizó que la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador es evitar daños innecesarios al pueblo de Ecuador.
La situación, según la canciller, podría llevar a México a presentar un caso ante la Corte Internacional de Justicia, denunciando lo que describió como una violación sin precedentes al derecho internacional por parte de Ecuador.
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La secretaria de Relaciones Exteriores destacó la gravedad de la violación de principios diplomáticos esenciales, afirmando que México recurrirá a todas las instancias necesarias para abordar este asunto.
Hasta la noche del viernes 5 de abril, Bárcena indicó que no ha habido contacto con el gobierno ecuatoriano ni con su Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana.
México planea evacuar a personal diplompático mexicano en Ecuador
En cuanto a la seguridad del personal diplomático mexicano en Ecuador, Bárcena señaló que se planeaba evacuarlos inmediatamente, posiblemente mediante un avión de la Fuerza Aérea Mexicana, aunque las circunstancias actuales plantean dudas sobre la viabilidad de este plan.
Además, condenó el ataque físico contra Roberto Canseco, jefe de la misión consular de México en Ecuador, durante la irrupción a la embajada.
La canciller también criticó la declaración de persona non grata de la embajadora mexicana Raquel Serur, calificándola de precipitada y reflejo de la inexperiencia diplomática ecuatoriana.
México se posiciona firmemente contra las acciones ecuatorianas, condenando cualquier violación del derecho internacional y los acuerdos de Viena, incluso en tiempos de conflicto.
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