El estado de Guerrero enfrenta un alarmante aumento en los casos de dengue durante 2024, con un total de 4 mil 403 contagios confirmados, superando los 4 mil 181 registrados el año anterior. Con esta cifra, Guerrero se posiciona en el primer lugar a nivel nacional en casos de dengue, según los datos más recientes de la Secretaría de Salud correspondientes a la semana epidemiológica 31.
Además de los contagios, Guerrero ha registrado 12 fallecimientos atribuidos a esta enfermedad, acercándose a las 14 muertes contabilizadas en 2023. Sin embargo, las cifras oficiales podrían estar subestimadas. En el municipio de Teloloapan, el alcalde Homero Hurtado Flores informó en junio que al menos seis personas habían muerto por dengue hemorrágico y que se habían registrado unos 400 contagios.
Estas cifras no han sido reconocidas por la Secretaría de Salud estatal, que negó tanto los fallecimientos como el número de contagios reportados por el edil, afirmando que solo había 24 casos confirmados en esa localidad.
La situación es preocupante en varias regiones del estado, especialmente en Acapulco, que concentra 2 mil siete de los casos confirmados. Otros municipios afectados son Chilpancingo con 351 casos, Taxco con 208, Iguala con 182, y Tlapa con 171. Los fallecimientos se distribuyen en Acapulco (ocho muertes), y en los municipios de Marquelia, Florencio Villarreal, Zirándaro y Cutzamala, que registraron un deceso cada uno.
El paso del Huracán "Otis" en 2023 exacerbó la situación sanitaria en Guerrero, incrementando notablemente los casos de dengue tras la devastación. Durante la semana 42 de ese año, en octubre, Guerrero reportaba mil 789 casos confirmados, cifra que se disparó a 2,392 en las semanas siguientes debido a la acumulación de basura y desechos, que crearon focos de infección.
A pesar de estos incrementos, la Secretaría de Salud se ha mostrado reacia a declarar una emergencia sanitaria. La falta de recolección de basura y el limitado acceso a medicamentos en hospitales públicos han forzado a muchos a buscar atención en clínicas privadas, complicando aún más la capacidad de seguimiento y registro de nuevos casos.
Este panorama indica que, aunque las cifras oficiales ya son preocupantes, la realidad en Guerrero podría ser aún más grave, con más contagios y muertes no contabilizados en los registros gubernamentales.
IO