En el segundo trimestre de 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) de México reportó un crecimiento del 0.2% en comparación con los primeros tres meses del año, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este incremento refleja el desempeño positivo de algunos sectores industriales, aunque otros sectores clave, como la agricultura, mostraron caídas significativas.
El análisis por componente revela que, entre abril y junio, las actividades industriales, que incluyen minería, manufacturas, construcción y electricidad, experimentaron un crecimiento del 0.3 por ciento. Por otro lado, el PIB relacionado con los servicios y el comercio registró un incremento marginal del 0.1 por ciento. Sin embargo, las industrias vinculadas a la agricultura, la cría y explotación de animales, el aprovechamiento forestal, la pesca y la caza, tuvieron una caída del 0.2 por ciento en comparación con el trimestre anterior.
A nivel anual, el PIB nacional mostró un incremento real del 1 por ciento en el segundo trimestre de 2024. Específicamente, el comercio y los servicios crecieron un 1.5 por ciento, mientras que las actividades industriales relacionadas con minería, manufacturas, construcción y electricidad aumentaron un 0.4 por ciento. Por el contrario, la agricultura y actividades afines vieron una disminución del 2.5 por ciento en su PIB, destacando la vulnerabilidad del sector agropecuario en este periodo.
Impacto de la inflación y factores externos
Paralelamente, la primera quincena de agosto de 2024 presentó una sorpresa en términos inflacionarios, con un retroceso del 0.03% en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Esto contrastó con las expectativas de los analistas de Citibanamex, que preveían un aumento del 0.13%. La reducción de la inflación fue atribuida a las disminuciones en los precios de productos agropecuarios y servicios turísticos.
Los precios de bienes y servicios no subyacentes, que son altamente influenciados por factores externos como el clima o regulaciones gubernamentales, disminuyeron un 0.46% quincenalmente, lo que contribuyó a esta desaceleración. En particular, los precios de frutas y verduras, como el chayote, jitomate y pollo, cayeron un 1.30% en el mismo periodo. Por otro lado, los precios de energéticos y tarifas mostraron un ligero aumento del 0.25%, impulsado por el incremento en los precios de las gasolinas.
La tasa anual de inflación no subyacente se situó en 8.80%, una disminución notable desde el 10.09% registrado en la quincena anterior. Este descenso refuerza la tendencia de desaceleración inflacionaria observada en el último año.
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