El Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) de Chiapas decidió reponer las elecciones en dos de los tres municipios donde la violencia impidió la votación el pasado 2 de junio. Sin embargo, el municipio de Pantelhó se quedó fuera de este ejercicio debido a la falta de condiciones de seguridad, lo que llevó a cancelar las 28 mesas de votación previstas en esa localidad.
La consejera presidenta del IEPC de Chiapas, María Magdalena Vila Domínguez, explicó que la decisión fue tomada tras un largo debate y detalló que la cancelación de las casillas en Pantelhó implica la declaración formal de la no elección en ese municipio. En contraste, se confirmó la realización de elecciones en los municipios de Chicomuselo y Capitán Luis Ángel Vidal este domingo 25 de agosto.
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En Chicomuselo, donde la violencia por disputas entre grupos criminales ha obligado a muchos habitantes a abandonar sus hogares, se instalarán 27 de las 45 urnas originalmente previstas. Esto dejará fuera de la votación a aproximadamente 11 mil 340 ciudadanos de una lista total de 15 mil 16 votantes registrados.
El municipio de Capitán Luis Ángel Vidal es el único donde se garantiza la instalación completa de las mesas de votación, con seis casillas preparadas y 3 mil 270 boletas listas para ser utilizadas durante la jornada electoral.
El IEPC también confirmó que el traslado de los paquetes electorales, que actualmente se encuentran en la capital de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, se realizará este sábado. Solo cuatro personas se han registrado como observadores electorales para estas elecciones, una cifra baja que refleja la complejidad y los riesgos del contexto actual en la región.
Las elecciones del 2 de junio en estos municipios estuvieron marcadas por actos de violencia, como el incendio del Consejo Municipal Electoral en Chicomuselo, el robo de actas electorales en Capitán Luis Ángel Vidal, y las amenazas a funcionarios del IEPC en Pantelhó, lo que impidió el proceso electoral en estas localidades.
Esta situación subraya los desafíos que enfrenta la democracia en regiones afectadas por la violencia del narcotráfico y la inseguridad, donde la organización de elecciones libres y justas se convierte en una tarea extremadamente difícil.
IO