Andrés Manuel López Obrador defiende política monetaria en su último año de gobierno y descarta reforma fiscal

Este viernes 20 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió nuevamente la política monetaria que ha caracterizado a su gobierno, asegurando que México ha implementado una estrategia económica "distinta" y efectiva en comparación con otros países.

Durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, el mandatario destacó que su administración cerrará sin una devaluación del peso, un logro que no se veía en décadas, pese a las recientes caídas en su valor frente al dólar.

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López Obrador subrayó que, a pesar de la depreciación del peso tras las elecciones del 2 de junio, México se mantiene en una posición favorable. Según el presidente, el enfoque de su política monetaria ha sido evitar la devaluación de la moneda, un desafío que otros gobiernos no han podido superar en los últimos tiempos. "Somos el único país que está aplicando una política económica diferente, y está funcionando", afirmó.

Con la transición del poder a Claudia Sheinbaum prevista para el 1 de octubre, López Obrador descartó la posibilidad de un aumento de impuestos o la necesidad de una reforma fiscal para asegurar la recaudación.

"Yo soy porque no haya aumentos en los impuestos, porque ayuda mucho el no permitir la corrupción y el que se mantenga una política de austeridad republicana", explicó. Insistió en que, con una adecuada gestión de los recursos públicos y combatiendo la corrupción, no es necesario aumentar las contribuciones ciudadanas.

El presidente también aprovechó para enviar un mensaje a otros gobiernos del mundo, recomendándoles que se enfoquen en eliminar los privilegios en lugar de implementar políticas neoliberales que aumenten los impuestos o introduzcan nuevas reformas fiscales. "Que se fajen los pantalones y no permitan los privilegios", exhortó.

No obstante, el peso mexicano ha mostrado una tendencia de depreciación esta semana. Este retroceso ocurre en medio de un repunte global del dólar, impulsado por la decisión del Banco de Japón de mantener sin cambios sus tipos de interés.

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