El área metropolitana de Monterrey registró en 2024 los niveles más altos de partículas PM2.5 de los últimos cinco años, alcanzando un promedio anual de 21.57 microgramos por metro cúbico, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente estatal.
Este registro excede más del doble el límite anual de la Norma de Salud de 10 microgramos por metro cúbico, representando un grave riesgo para la salud pública.
Las partículas PM2.5, consideradas las más dañinas debido a su capacidad para penetrar profundamente en los pulmones, aumentaron en los municipios más expuestos a las emisiones de la Refinería de Cadereyta, operada por Pemex.
Relación entre refinación y contaminación
El titular de Medio Ambiente estatal, Alfonso Martínez Muñoz, señaló que el incremento en la contaminación coincide con el aumento en la producción diaria de la refinería.
En 2023, la Refinería de Cadereyta procesaba 115 mil barriles diarios, cifra que aumentó a 145 mil en 2024. Este incremento, afirmó Martínez Muñoz, guarda una relación directa con los niveles elevados de contaminación por PM2.5.
La estación de monitoreo en Cadereyta reportó el mayor aumento de estas partículas, lo que subraya la influencia de las operaciones de Pemex en la calidad del aire.
Impacto en la salud y medidas pendientes
Los datos del Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire revelan que, además de las partículas PM2.5, las partículas PM10 alcanzaron un promedio anual de 61 microgramos por metro cúbico, también superando el límite establecido.
Actualmente, las autoridades estatales gestionan una reunión con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y Pemex para mejorar los procesos anticontaminantes en la refinería.
Se insiste en la incorporación de Pemex al Programa Integral de Gestión de Calidad del Aire (Pigeca) como una medida clave para mitigar los efectos nocivos de sus operaciones.
IO