El Instituto Nacional de Migración (INM) reportó que, en las primeras dos semanas del gobierno de Donald Trump, Estados Unidos deportó a 8 mil 119 ciudadanos mexicanos y a 2 mil 521 personas de otras nacionalidades.
Durante una conferencia en Reynosa, Tamaulipas, el comisionado del INM, Francisco Garduño, explicó que estos retornos se han realizado bajo un protocolo conjunto con el gobierno estadounidense, el cual permite verificar si las personas repatriadas tienen antecedentes penales.
Recepción de migrantes en Tamaulipas
El evento, titulado "México te abraza", se llevó a cabo en un centro de atención a migrantes en Reynosa. Garduño destacó que estas instalaciones fueron planeadas antes de la toma de posesión de Trump, con el propósito de ofrecer atención humanitaria a los deportados.
Por su parte, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, subrayó que la mayoría de las personas repatriadas son trabajadores sin antecedentes delictivos.
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"El 99.99 por ciento de los casos corresponden a mexicanas y mexicanos que no tienen delitos en nuestro país ni han sido reportados como delincuentes en Estados Unidos", afirmó.
Rodríguez también señaló que, si bien algunos pueden haber cometido faltas administrativas menores, la población migrante en su mayoría no tiene historial criminal.
México refuerza apoyo a los repatriados
Ante el aumento de deportaciones, el gobierno mexicano ha reforzado los servicios de atención y apoyo a los connacionales que regresan al país.
La estrategia incluye la asistencia en trámites migratorios y laborales, así como la orientación para su reintegración social y económica.
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