El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, dio a conocer que el Gobierno de México iniciará consultas formales con las industrias del acero, aluminio y automotriz con el fin de evaluar posibles medidas ante los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos.
Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, Ebrard aclaró que esta acción se tomó a petición de la presidenta Claudia Sheinbaum, con el propósito de reaccionar de manera oportuna y ordenada frente a los gravámenes anunciados por la administración de Donald Trump.
El funcionario explicó que la estrategia gubernamental se basará en “sangre fría” y “firmeza” en las negociaciones, siguiendo los lineamientos establecidos por Sheinbaum Pardo.
Ebrard indicó que, antes de tomar cualquier represalia comercial, se llevará a cabo un proceso de diálogo intenso con los representantes de dichos sectores industriales para analizar el impacto de las tarifas y definir las acciones más convenientes para proteger la economía mexicana.
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Además, puntualizó que no se tomarán medidas “intempestivas” sin antes considerar el horizonte del 2 de abril, fecha clave para evaluar los resultados que se alcancen con las autoridades estadounidenses.
El objetivo, subrayó, es defender los intereses de las empresas nacionales y lograr la reconsideración de los aranceles, que fijan un 25 por ciento a las importaciones de acero y aluminio.
Los nuevos aranceles estadounidenses entraron en vigor el pasado 12 de marzo, afectando de manera particular a países como Brasil, México, Corea del Sur y Vietnam, en el sector del acero, así como a Emiratos Árabes Unidos, Rusia y China, en el de aluminio.
Entre los más perjudicados también se encuentra Canadá, uno de los principales proveedores de ambos metales al mercado de Estados Unidos. Ante este panorama, México se prepara para proteger sus intereses en un entorno de creciente incertidumbre comercial y volatilidad internacional.
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