El estado de Guanajuato fue escenario de dos explosiones de coches bomba este 24 de octubre de 2024, encendiendo alarmas sobre el posible uso de tácticas de narcoterrorismo en la región.
Los atentados ocurrieron en Acámbaro y Jerécuaro, ciudades donde la violencia derivada de la delincuencia organizada ha crecido en los últimos años. Tanto el gobierno federal como el estatal respondieron con declaraciones y operativos de seguridad tras los hechos.
Explosión de los coches bomba en Guanajuato
La primera explosión ocurrió en Acámbaro, frente a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública, alrededor de las 6:00 a.m. Tres policías resultaron heridos, una de ellas de gravedad.
El ataque dejó daños importantes en la infraestructura de la dependencia y en dos viviendas cercanas. Testigos locales informaron sobre la detonación de un coche bomba, un método que aunque no es común en nuetsro país, si ha sido usado por el crimen organizado.
Poco después, un segundo coche bomba explotó en el Centro Histórico de Jerécuaro, a unos kilómetros de distancia. Aunque no se reportaron víctimas en este ataque, sí hubo daños materiales en los edificios aledaños y en una patrulla de la Policía Municipal, que fue utilizada para llevar a cabo la detonación.
Ambas explosiones ocurrieron casi de forma simultánea, lo que ha generado preocupación por el incremento de la violencia en la entidad.
Reacción de la presidenta Claudia Sheinbaum
Durante su conferencia matutina del 24 de octubre, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su preocupación por los hechos ocurridos en Guanajuato. Sheinbaum aseguró que su gobierno está en contacto con las autoridades locales y federales para ofrecer apoyo en las investigaciones y en la pacificación del estado.
La mandataria reconoció que estos actos violentos reflejan el avance de la delincuencia organizada en la región y subrayó que su gobierno se centrará en fortalecer la seguridad y apoyar en las investigaciones para que los responsables enfrenten la justicia.
"Estamos coordinando esfuerzos con el gobierno estatal para garantizar que la situación sea controlada lo antes posible", señaló Sheinbaum.
Además, Sheinbaum enfatizó que, aunque estos actos violentos son graves, el Ejército y la Guardia Nacional están trabajando para evitar una escalada de la violencia en otras regiones del país.
Postura del gobierno de Guanajuato
La gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García, también reaccionó rápidamente a los hechos. A través de sus redes sociales, convocó a una reunión de seguridad con las alcaldesas de Acámbaro y Jerécuaro, así como con representantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Guardia Nacional y las Fiscalías del Estado y la República.
En su mensaje, García aseguró que "la prioridad es la pacificación de Guanajuato", y reiteró que el estado no enfrentará esta crisis solo, sino que contará con el apoyo de las fuerzas federales. Además, destacó que tras las explosiones se desplegó un operativo por tierra y aire con las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE), en coordinación con SEDENA y la Guardia Nacional, para restaurar la seguridad en las zonas afectadas.
García subrayó la importancia de la colaboración entre los diferentes niveles de gobierno y aseguró que no se descansará hasta que los responsables de estos ataques sean capturados. "Este es un llamado para que toda la fuerza del Estado y las fuerzas federales trabajen unidas en devolver la paz a Guanajuato", declaró la gobernadora.
Narcoterrorismo y delincuencia organizada
El uso de coches bomba en Guanajuato ha desatado el debate sobre si el estado está enfrentando un acto de terrorismo o narcoterrorismo, términos que han sido empleados en otros contextos de violencia en Latinoamérica.
El narcoterrorismo implica el uso de tácticas terroristas por parte de organizaciones dedicadas al tráfico de drogas para intimidar a las autoridades y a la población.
Los coches bomba son una herramienta comúnmente asociada con grupos de narcoterrorismo en países como Colombia, principalmente, donde las organizaciones criminales buscan sembrar el caos y disuadir las acciones de las autoridades.
Aunque el gobierno estatal y federal no han confirmado si estos ataques están vinculados directamente con el narcotráfico, la posibilidad ha sido planteada por analistas de seguridad.
Los ataques con coches bomba de este jueves en Acámbaro y Jerécuaro representan un nuevo desafío para las autoridades de Guanajuato y el gobierno federal.
La reacción de las autoridades ha sido inmediata, pero aún queda por resolver la pregunta de si estos actos son parte de una estrategia de narcoterrorismo o simplemente un reflejo del crecimiento de la violencia del crimen organizado en el estado.
Las investigaciones se encuentran en marcha, y las autoridades han reforzado la seguridad en las zonas afectadas, mientras la población espera respuestas sobre los responsables de estos ataques.
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