La construcción del Tren Maya va atrasada, por lo que la conclusión de la Fase 1, programada originalmente para 2023 podría alargarse hasta 2024, reconoció Arturo Abreu Marín, delegado federal en Quintana Roo.
“Creo que se concretará antes el Tren Interoceánico; aquí se camina, pero aquel avanza más rápido y su tiempo de recuperación va a ser más rápido también”, señaló.
Esto es importante porque el Tren Maya no es un proyecto aislado, sino que es parte de la red ferroviaria con la que se conectará desde Palenque y cerrará la pinza con la línea que se construye de Coatzacoalcos a Salina Cruz, explicó el encargado.
El entrevistado afirmó que, actualmente, empresas estadounidenses y europeas ya trabajan para establecer naves industriales en los terrenos aledaños a las vías entre Coatzacoalcos y Salina Cruz.
Abreu Marín consideró que el Tren Maya podría darle a Chetumal un impulso parecido al que le dio la edificación del Metro de la Ciudad de México a Ciudad Sahagún, donde se asentaron los talleres para construir los vagones.
Los cálculos del delegado federal coinciden con los de otros expertos, no así con los del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien insiste en que el proyecto debe concretarse a finales del 2023.
“Lo tenemos que hacer antes del 2024; los trenes tienen que estar, cuando mucho, a finales del 23. El banderazo de salida lo tenemos que dar a finales del 23”, señaló el mandatario federal en marzo.
De acuerdo con un análisis de El Financiero, al primer trimestre de 2021, el Tramo1, de Palenque a Escárcega, presentaba atraso de 32.4 por ciento; el Tramo 2, que va de Escárcega a Calkiní, de 41.6 por ciento; el Tramo 3, de Calkiní a Izamal, de 27.6 por ciento y el de Izamal a Cancún, de 17.8 por ciento.
Abreu Marín reconoció que antes de iniciar los trabajos ya sabían los retos que enfrentarían, entre ellos, afectaciones a la flora y la fauna de la región.
“Sin embargo, de Palenque a Mérida ya existen las líneas del antiguo tren, incluso hasta Valladolid. Son vías que se van a levantar para construir nuevas, porque los trenes son distintos, la tecnología ya es otra, son más veloces”, apuntó el delegado.
El entrevistado indicó que, en el caso de la zona maya, se debe tener mucho cuidado porque hay dos corrientes: los desarrolladores y los que quieren que sean intocables.
“Los primeros quieren transformar al pueblo maya para insertarlo en el crecimiento, pero descuidando sus raíces; los segundos quieren ser intocables, pero eso dificulta mejorar su vida, entonces tiene que haber un equilibrio”, apuntó.
Respecto a la decisión de entregar a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) algunas de las grandes obras del gobierno federal, Abreu Marín comentó que, sumado al respeto que tiene ésta como institución, es más difícil corromperla.
“Si alguien no era militarista es el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero la realidad le hizo ver otra cosa, es más difícil corromper al Ejército que a las personas, aunque también existe el tema del respeto que se le tiene (a la dependencia)”, dijo el funcionario.
El delegado subrayó que, a nivel nacional e internacional, las dos instituciones con mayor credibilidad en México son la Marina y el Ejército y ahora la Guardia Nacional se suma, ya que deriva de éstas.
De acuerdo con la convocatoria, este miércoles se definirá la empresa que dotará al Tren Maya de vagones, luego de valorar las ofertas económicas por 36 mil millones y 37 mil millones de pesos ofrecidas por dos consorcios.
CG