El pasado martes 23 de marzo se conmemoró el 27º aniversario de la muerte del excandidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Muchas historias se han escrito sobre este personaje político, pero sin duda una de las que ha marcado la historia política, tanto del PRI como del sexenio del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, fue el emblemático discurso del 6 de marzo en el 65º aniversario de dicho instituto político, pronunciado en el Monumento a la Revolución.
En dicho discurso existen puntos que son importantes traer al presente:
• Encabezaremos una nueva etapa en la transformación política de México. Sabemos que en este proceso, sólo la sociedad mexicana tiene asegurado un lugar. Los partidos políticos tenemos que acreditar nuestra visión.
• Nadie podrá sustituir nuestro esfuerzo. Nadie podrá asegurarnos un papel en la transformación de México si nosotros no luchamos por él, si nosotros no lo ganamos ante los ciudadanos.
• En estos meses de intensos recorridos por todo el país, de visita a muchas comunidades contacto y diálogo con mi Partido y con la ciudadanía entera, me he encontrado con el México de los justos reclamos, de los antiguos agravios y de las nuevas demandas; el México de las esperanzas, el que exige respuestas, el que ya no puede esperar.
• Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla, mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales.
• Mi compromiso es con todos los mexicanos; mi compromiso es luchar contra la desigualdad y evitar nuevos privilegios de grupo o región.
• Es la hora de reformar el poder, de construir un nuevo equilibrio en la vida de la República; es la hora del poder del ciudadano. Es la hora de la democracia en México; es la hora de hacer de la buena aplicación de la justicia el gran instrumento para combatir el cacicazgo, para combatir los templos de poder y el abandono de nuestras comunidades.
• ¡Es la hora de cerrarle el paso al influyentismo, a la corrupción y a la impunidad!
Colosio no pudo continuar con su proyecto político porque fue asesinado cobardemente, no sabemos cómo hubiera gobernado en caso de haber sido el ganador de la elección presidencial, sustituido por Ernesto Zedillo quien llegó a Palacio Nacional, pero lo que sí es cierto es que en su mensaje ya delineaba su deseo de transformar a México.
El actual gobierno ha emprendido lo que se llama la Cuarta Transformación; el presidente Andrés Manuel López Obrador sin duda también está enfrentando a opositores que se resisten al cambio.
Dentro de las líneas del multicitado discurso de Luis Donaldo Colosio, con el cual estoy totalmente de acuerdo, sobresale que era la hora del Poder Ciudadano y hoy más que nunca, es y será el motor y fuerza de cualquier transformación.
Twitter: @UlrichRichterM
Por: Ulrich Richter