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Opinión

La crisis nuestra de cada día

'La liquidación de la EPS Medimas reafirma el compromiso de nuestro Gobierno por asegurar la calidad del servicio para los colombianos', señala Zheger Hay Harb

La crisis estructural del Sistema de Salud de Colombia, que se hizo evidente con la intervención del Gobierno nacional a la Empresa Prestadora de Salud (EPS) de capital español Sanitas, una de las más importantes del ramo, ha copado la agenda nacional y agregado nuevos contradictores del Presidente a los ya habituales.

La intervención significa que el Gobierno entra a tomar posesión de la empresa intervenida y sustituye a sus directivas. Además de Sanitas, intervino también la Nueva EPS, de carácter estatal, la más grande del país, cuyo director había designado hace 12 días. Entre las dos suman 13 millones de afiliados.

Como estas intervenciones se dieron inmediatamente después de que el senado derrotó la propuesta de reforma a la salud del Gobierno, la oposición la calificó como una salida vengativa. El Presidente dijo que los senadores que votaron negativamente lo habían hecho porque estaban comprados por las EPS, a lo cual le respondieron, con razón, que esa misma célula era la que había impedido que archivaran la reforma pensional propuesta por él. Habrá de todo, imposible generalizar. Sin embargo, no puede desestimarse el hecho de que estas empresas financiaron las campañas de algunos de esos políticos. Otra consecuencia grave es que activistas de organizaciones sociales que apoyaban al gobierno, pero no su proyecto de reforma, ahora son sus contradictores porque no se sintieron convocados a concertarla.

Los políticos suelen tener mala memoria, como el expresidente Iván Duque, antecesor de Gustavo Petro en la Presidencia, quien reaccionó escandalizado sin recordar sus palabras cuando hizo lo mismo: “La liquidación de la EPS Medimas reafirma el compromiso de nuestro Gobierno por asegurar la calidad del servicio para los colombianos. Con esta son 13 las EPS cerradas por in[1]cumplir…” Y en los gobiernos de Uribe y Santos cerraron 100.

Para acabar de complicar el panorama, la EPS Compensar, con tres millones de afiliados, acaba de solicitar su liquidación afirmando que no lo hace por problemas coyunturales sino porque hay una crisis estructural en el sistema de salud, que es lo mismo que afirma el Gobierno.

La cobertura del Sistema de Salud en Colombia es casi total: del 90%; sus problemas son financieros, entre los cuales uno de los mayores es la deuda que las EPS -que son meras intermediarias- tienen con los hospitales que son los que prestan el servicio; además de que sus pasivos parecen superar sus activos.

Pero, si ese fuera el único problema del momento, el asunto no sería tan grave. A este hay que sumar la molestia que generó en la Policía la afirmación del presidente Petro de que los policías saben dónde están las ollas (expendios de droga) pero que no las combaten porque están comprados. Con todo y la disciplina castrense, la chiflada de respuesta fue sonora.

El Presidente, que tuvo enfrentamientos fuertes con la Federación Nacional de Cafeteros, una de las instituciones bandera del país, convocó una cumbre cafetera a la cual se abstuvo de invitarlos. Otro frente de confrontación que se suma a los anteriores.

Por otra parte, en la elección de rector de la Universidad Nacional fue derrotado el candidato del Gobierno, que en las votaciones -no vinculantes- entre estudiantes y profesores había obtenido la mayoría; pero el Consejo Superior Universitario (CSU) utilizando el complejo método Borda de la Universidad de Harvard, aceptado previamente por los candidatos, dio como ganador a otro postulante. El Presidente, de inmediato, rechazó el resultado, ante lo cual el CSU protestó por violación de la autonomía universitaria. Como consecuencia, los estudiantes decretaron un paro indefinido, la universidad está cerrada y se han presentado desórdenes preocupantes en las calles.

En medio de este entable complejo, el Presidente ha revivido su propuesta de Asamblea Constituyente: “invito a los trabajadores y pacientes de los hospitales públicos y privados a los que las EPS les han incumplido sus pagos a prepararse para la movilización por la salud; ejerzamos el poder Constituyente, que la gente decida”.

En mi modesta opinión, la salida a esta situación compleja de enfrentamientos múltiples está en el acuerdo nacional que el Presidente proclamó una vez electo y hacia el cual dio pasos desde el primer día de su mandato con la invitación amistosa a su archienemigo el expresidente Álvaro Uribe y la conformación de un Gabinete plural que luego desbarató con el despido de los ministros socialdemócratas. Pero aún es posible reconfigurar esa red de apoyos concertando unos acuerdos básicos a los que puedan acceder franjas políticas amplias, para solucionar todos esos y el problema mayor: la paz, que cada día vemos resquebrajarse, pero en cuya búsqueda persisten el Gobierno y personas, empresas y organizaciones de muchos matices políticos.

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