La Cepal, en su informe de 2022, relativo al Panorama Social de América Latina y el Caribe, presentado en Santiago de Chile, hizo saber que la función de las transferencias monetarias del Estado a la sociedad, concebidas como derechos, y no como dádivas o migajas, han impedido un mayor hundimiento en la pobreza de muchísimos ciudadanos del área, incluidos desde luego los mexicanos.
Es necesario anticipar, por si quedara duda alguna, que la aseveración antes dicha, presentada por expertos de esta Comisión de Naciones Unidas, no deriva de palabras o discursos del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ciertamente, lo expresado por la Cepal guarda semejanzas con la política social de la administración federal mexicana de la 4T que, a través de las pensiones, los Programas para el Bienestar y otras herramientas de gasto público transferidos como derechos, han impedido que millones de mexicanos se deslicen hacia la pobreza extrema.
Asimismo, resulta necesario considerar que en medio de la más aguda tragedia mundial de salud provocada por el COVID-19, la Cepal detalló que una de las lecciones más claras que dejó la pandemia fue la importancia y el valor de las transferencias monetarias concebidas como derecho, ya que se trató de un proceso que imprimió diferencias notables, sobre todo en las fases más agudas de esa trágica enfermedad, en las que el único grupo social donde se contuvo e incluso se contrajo ligeramente la pobreza fue entre los adultos mayores, como resultado de la pensión universal de adultos mayores de 65, uno de los programas insignia del gobierno obradorista que desde luego no resuelve los problemas estructurales del país, derivados de una inequitativa distribución de la riqueza, pero que ha conseguido ayudar a una población de más de 10 millones de personas, beneficiarios de este programa.
Desde otra perspectiva, estas transferencias monetarias del Estado a la sociedad durante el período más críticos de la pandemia movieron la circulación económica y el pequeño comercio local, sobre todo en comunidades rurales y aun en franjas urbanas donde los ingresos se vieron dramáticamente disminuidos al determinarse el cierre de algunas empresas, por razones justificadas.
Armando Bartra incluso destacó en varias sesiones de trabajo en Motul que la pandemia obligó a retornar a muchas personas del Oriente yucateco que originalmente eran milperos mayas, pero que habían sido absorbidos por el mercado laboral de la construcción en la Riviera Maya, reducido severamente.
Ante ese escenario sin precedentes, tuvieron que volver a cultivar sus milpas para efectos de completar las becas de 65 y más, que recibían padres y abuelos. José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, dejó entrever en su informe de 2022 que hay otras opciones de desarrollo económico y humano que no están siendo exploradas por el arcaísmo capitalista.
De hecho, este organismo señaló que la pérdida de poder adquisitivo de los obreros mexicanos había sido interrumpida por los aumentos al salario mínimo en el sexenio que concluye, y en las remuneraciones medias de trabajadores formales.
De manera que las referidas pensiones y Programas para el Bienestar y la política salarial de la presente administración, han tenido el efecto deseado: contener el avance de la pobreza, que el régimen neoliberal no logró reducir, sino, por el contrario, agudizó ahondando la brecha de las clases sociales.
La riqueza distribuida con justicia y equidad, como las transferencias monetarias del Estado a la sociedad, es un elemento fundamental del pensamiento que inspira a Morena y la 4T, y es la acción más cercana al respeto por los demás, por los que menos tienen y por los sin nombre y de ningún lugar.
Me ha tocado ver de cerca en muchos lugares y a través de acontecimientos humanistas, protagonizados por Huacho Díaz Mena en sus recorridos de campaña como candidato a la gubernatura por Morena, PT y Verde Ecologista, y aún en años anteriores cuando dirigía la ejecución de los programas de bienestar federal.
Su labor como servidor, dueño de la entrega que lo habitan, abre esperanzas para un Yucatán más equitativo y con justicia para todos, después de la justa electoral de 2 de junio que, según se anticipa en numerosas encuestas, logrará la victoria.