EL PRIMER PROBLEMA que tiene Morena en Yucatán es que en el Congreso del Estado solo puede tener hasta 17 diputados por la sobrerrepresentación y hasta este momento tiene ya 16 de mayoría, por tanto, solo puede entrar el plurinominal número uno, que es Shirley Castillo y, así, Raúl Paz Alonzo, quien sería el presidente de la junta de coordinación política, no podría entrar. Entonces, la oportunidad de Alejandro Cuevas es muy grande para ocupar esa posición.
EN EL CUARTO DE GUERRA renancista, ya disuelto por los resultados electorales, no se digiere ni comprende la nueva realidad que agota y desvanece los esfuerzos de los asesores que, hoy, pasmados por la derrota, buscan culpables de la expresión popular.
En páginas electrónicas promovidas por este cuarto de guerra donde denostaban a los adversarios, ahora comienzan a sugerir que se entregó el Estado a Morena, como ha sucedido en otros procesos del país. Sin embargo, esta afirmación es muy pobre sobre todo cuando se revisan los hechos.
Esta columna se complace en recordar cómo el 23 de octubre de 2023, amarrados los acuerdos de Renán Barrera con Marko Cortés, se decide anunciar que Barrera Concha sería el responsable de las alianzas del panismo local para el equipo “Yucatán”.
Fue el momento decisivo en el que el gobernador Mauricio Vila entregaba al candidato perdedor la responsabilidad de decidir con quién sumaría votos, dejando sin alguna opción a Liborio Vidal Aguilar, con el argumento de que sólo le restaría y no le sumaría absolutamente nada.
Sin embargo, el equipo de Barrera Concha, con Alejandro Menéndez y Jorge Puga, entre otros operadores políticos a la cabeza, nunca dimensionaron que la estructura electoral del PRI es una maquinaria que sólo funciona con dinero, recursos que nunca llegaron a su destino.
EL PRI, APENAS si le aportó menos de 18 mil votos de los 70 mil que se ofrecieron. En Mérida, los distritos 2, 3 y 9 le dieron a Renán Barrera una ventaja sustancial, con 42 mil 922 sufragios más que Huacho.
En los distritos 5, 6 y 7, Joaquín Díaz Mena obtuvo 24 mil 722 votos más, y todo parece indicar que la Mérida panista ya no es tan panista luego de nueve años al frente de la alcaldía, pues los resultados sugieren que existen bases de apoyo localizadas, posiblemente relacionadas con factores socioeconómicos o identidades comunitarias.
Con 2 mil 965 de 2 mil 978 de las actas electorales capturadas (el 99.5634%) el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Yucatán también arrojó las siguientes cifras:
En total, en Yucatán se emitieron 851,839 votos, de un padrón de un millón 182,528, lo que representa el 72.0354% de participación. En este total se incluyen 1,145 votos de casillas especiales, 18,162 votos nulos y 408 a candidaturas no registradas.
Joaquín ”Huacho” Díaz Mena (candidato de los partidos PT, Verde Ecologista, y Morena) obtuvo 433 mil 754 votos, el 50.9197%; en tanto, Renán Barrera Concha (partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y Nueva Alianza) tuvo 362 mil 601 votos, el 42.5668%.
La diferencia entre ambos fue de 71 mil 153 votos. Al sumar los sufragios obtenidos por cada uno de los candidatos a la gubernatura en los 9 distritos electorales que corresponden a Mérida se refl eja que Barrera Concha obtuvo 168 mil 736 votos, y Díaz Mena, 154 mil 331, es decir, son 14 mil 405 votos de diferencia.
En la votación al Ayuntamiento, Cecilia Patrón Laviada (PAN, PRI y Nueva Alianza) sumó 188 mil 585 sufragios, el 51.2722%, mientras que Rommel Pacheco Marrufo (PT, PVEM y Morena), 143 mil 148, el 38.9189%. La diferencia es de 45 mil 437.
En total, el PREP contabilizó 367 mil 811 votos de Mérida, de los cuales 8 mil 597 fueron nulos y 255 para candidatos no registrados.
Según el PREP en esta elección, en los municipios yucatecos se consolidaron algunas alianzas políticas, pero también hubo candidatos que compitieron bajo las siglas de un solo partido. En 19 municipios ganó el candidato del PAN; 16 del PRI; 13 de la coalición PT, PVEM y Morena y otros 13, de la alianza PT y Morena.
Ganaron siete candidatos de la alianza del PAN, PRI y Nueva Alianza; siete del PAN y PRI; seis del PVEM; seis de Morena; cinco de Nueva Alianza; cuatro del PAN y Nueva Alianza; tres del PT; dos del PRD; dos del PRI y Nueva Alianza; uno de Movimiento Ciudadano; uno del PVEM y PT, y uno del PVEM y Morena.
Todas estas cifras muestran tendencias claras y pueden ayudar a desentrañar los verdaderos motivos de las victorias y derrotas obtenidas, como el papel de las alianzas, la presencia de los candidatos en sus respectivas zonas electorales —Barrera Concha, por ejemplo, no visitó 16 municipios, mientras que Díaz Mena, todos—y el valor que los ciudadanos dieron a las respectivas propuestas de campaña, entre otros factores.
Al comparar los resultados preliminares de Yucatán de la votación del domingo 2 con los resultados oficiales en las últimas elecciones municipales se revela que en 2007 el PAN obtuvo 149,040 votos y el PRI 147,296: ganó César Bojórquez; en 2010, el PRI, 153,109 y el PAN, 141,159: ganó Angélica Araujo; en 2012, el PAN 201,084 y el PRI, 182,215: ganó Renán Barrera; en 2015, el PAN 170,449 y el PRI 160,074: ganó Mauricio Vila; en 2018, el PAN 211,030, el PRI 132,950 y Morena 113,337: ganó de nuevo Renán Barrera, y en 2021, el PAN 144,059, el PRI 78,393 y Morena 72,075: fue reelecto Barrera.
Todo parece indicar que tras 9 años de carrera en el Ayuntamiento de Mérida, el grupo político de Renán Barrera ha quedado huérfano y que los meridanos, incluso del Norte de la capital, han marcado un territorio claro y definido sobre lo que esperan de su autoridad más cercana con un voto diferenciado que no le favoreció. Quedó claro que el alcalde meridano no habló el mismo lenguaje del PRI para atraer más votos de indecisos en una alianza que finalmente terminó por sepultarlo.
Con la derrota de Renán Barrera se escribe ya no una historia más de alternancia; en la que un gobernador panista le debe entregar a un candidato de otro partido sino a un movimiento que a diferencia del PAN y del PRI, está hablando el mismo idioma de la gente; la de las colonias y las comisarías que ya dieron su veredicto. Querer achacarle a Mauricio Vila que entregó al Estado es un desproposito, cuando Renán ¡fue preaspirante desde agosto del 2023! 10 meses antes de la elección.
COMO SE ANTICIPÓ en este espacio, las cuatro diputaciones locales perdidas en Mérida fueron las de Marissa Salazar, Paulina Peniche, Gonzalo Puerto y Felipe Pacheco, quienes nunca dieron color ni mucho menos crearon estructura y ahora andan buscando culpables.
Se sabe que en una reunión en el PAN meridano hubo reclamos al presidente Arturo León, e incluso, la más floja de los 4, Paulina Peniche, amenazó, delante de varios, con dejarlo mal ante Cecilia Patrón para boicotear la dirección pactada (Desarrollo Económico) para el exedil y presidente partidista y que “se quede con las manos vacías”.
Sin duda vienen tiempos complejos en el Ayuntamiento de Mérida ante el descontento de varios excandidatos y sus indisciplinas.
QUIENES ESTÁN que no los calienta ni el sol son los seguidores del renancismo, pues ante la fatal derrota del domingo pasado, andan soltando mensajes en redes sociales contra el actual presidente estatal del blanquiazul, Asís Cano, pidiendo su cabeza y exigiendo que revoquen el futuro cargo del panista en el Cabildo. ¿Será que los renancistas no se den cuenta de que la soberbia los mató, electoralmente hablando?
EL DIPUTADO ELECTO y disidente de Morena, Bayardo Ojeda, anda sumamente nervioso por los resultados porque jugó a perder, pero la marca del partido guinda lo favoreció en números y será en septiembre parte de la legislatura entrante que tomará protesta al gobernador electo Huacho Díaz.
El temor y nerviosismo es precisamente por las represalias que los guindas puedan tener, ya que, si bien recordarán, traicionó los ideales de la 4T y se vendió a la campaña de Renán Barrera, pensando en una alianza ganadora, en un evento público ante más de 2 mil personas.
HUACHO ES EL PRÓXIMO gobernador, cargo para el que se había preparado por muchos años. Sin embargo, los oportunistas no se hacen esperar.
Se rumora que Rogerio Castro Vázquez, secretario general y jurídico del Infonavit nacional, anda teniendo sueños guajiros; según rumores dentro de Morena, el desprestigiado profesor se promoverá para ocupar la Secretaría de Educación Pública en el gobierno huachista, lo cual sería una muy mala decisión a decir del propio magisterio, gremio del que salió Castro Vázquez y que nunca más ayudó ni agradeció que le dieran licencia tras licencia para continuar en el cargo que le ha permitido hincharse los bolsillos.
Por si fuera poco, el gobierno de Joaquín tendrá en espacios relevantes a muchos de los que Castro Vázquez agravió severamente cuando colaboraron con él en el Infonavit. Este es el caso de Jacinto Sosa Novelo, al que despidió de la delegación de ese instituto sin previo aviso por haberlo acusado de emplear vehículos ofi ciales para uso personal, reporte que le costó al vocero de la campaña del próximo gobernador, el despido y el desprecio del profe.
Otra “víctima” de Castro Vázquez fue Ángel Alonzo Xacur, al que todos conocen como Angelito, al que también corrió abruptamente después de que le incrustara a un operador que reportaba sus acciones diarias al funcionario federal.
Por ahí se menciona a uno menos conocido pero que, parece ser, se ocupó de ver temas cercanos a Alberto del Río Leal, otro próximo colaborador de Díaz Mena, que ocupó un cargo de alto nivel en la Ciudad de México con Castro Vázquez y que, según se dice, protagonizó un enfrentamiento incómodo, lleno de “dimes y diretes” con el secretario general.
Según dicen, este exfuncionario de nombre Alejandro Meza, también estaría ocupando un cargo en la administración estatal que iniciará en octubre.
ÉL DESACREDITADO Domingo Rodríguez Semerena, quien tuvo una reprobable actuación como director del Instituto de Cultura de Yucatán, durante la administración del panista Patricio Patrón Laviada (2001-2007), es un personaje oportunista que ahora busca acercarse a quien encabezará el próximo Gobierno de Estado, en busca de alguna posición que le permite volver a las suyas.
Entre los actos que le han merecido el repudio de la comunidad cultural de Yucatán, fi guran: haber ordenado durante su gestión la destrucción de los archivos documentales del Instituto de Cultura de Yucatán (notas de prensa, vídeos, fotografías, diplomas, reconocimientos), correspondientes a más de 20 años de trabajo.
La destitución del director coral, Néstor Rodríguez Silveira, creador del Festival Internacional de Coros de Yucatán, efectuado en Mérida y otras poblaciones del interior del Estado, durante 17 años, y que obtuvo en el año 2000, con el Conjunto Vocal Yucatán, el segundo premio de polifonía en el Festival Internacional de Habaneras de Torrevieja, España.
El cese del maestro Roberto Tello Martínez, director fundador de la Orquesta de Cámara del Salón de la Historia, antecedente de la actual Orquesta Sinfónica de Yucatán. Y la imposición como director de Producción Artística del Instituto de Cultura de Yucatán, de su incondicional Miguel Escobedo Novelo, oscuro personaje que recientemente fue cesado del Fideicomiso de la OSY por oponerse a la realización de conciertos en poblaciones del interior del Estado, y ahora se le ve acompañando a Rodríguez Semerena en sus vueltas a las oficinas de Morena, en busca de chamba.
¿Con qué autoridad moral puede este patricista defender ahora el Himno Patriótico Yucateco, si cuando fue director del Instituto de Cultura, ordenó en el 2003, la desintegración de la Banda de Música del Estado? Cabe recordar que la Banda fue reintegrada a iniciativa de Renán Guillermo González, durante la gestión 2007-2012.
EL QUE NO LA VIO VENIR fue el alcalde de Valladolid, Alfredo Fernández Arceo, que después de tanta prepotencia y arrogancia perdió su reelección por dos mil quinientos votos frente a Morena.
¿Quién hubiera dicho que Fernández Arceo iba a suplicar que Liborio Vidal hubiera estado a su lado en esta elección? Pues, pese a lo que sea que diga, su victoria en 2021, la debió en mucho a que, “el amigo Libo”, fi guró en la boleta, aún cuando fue “bajado” de la candidatura por no ser de origen indígena. ¡Las consecuencias de la ingratitud!
LA DANTESCA PALIZA que recibió Rolando Zapata Bello en la elección del pasado 2 de junio fue, más que nada, además del arrollador avance de Morena, una venganza esperada de todos los priistas que lo culpan por haber perdido sus empleos en el sexenio pasado cuando éste entregó al PAN el gobierno estatal.
Muchos simpatizantes del PRI, sin pertenecer a Morena o sin comulgar con ese partido político, votaron con toda rabia para derrotar y humillar a Rolando Zapata, quien sucumbió ante Verónica Camino Farjat y Jorge Carlos Ramírez Marín, pese a que estos realmente no hicieron una gran campaña.
Verónica Camino estuvo prácticamente la mitad del tiempo sin hacer proselitismo y sin invertir dinero, y Jorge Carlos Ramírez Marín, al mes y medio de campaña, se cansó y se dedicó a hacer relaciones en la Ciudad de México.
Esta humillante e histórica derrota, es más que nada una bofetada al PRI yucateco y a Alito Moreno, por parte de sus antiguos simpatizantes como muestra de desaprobación por el hecho de que Rolando Zapata se haya quedado con todas las candidaturas poniendo a sus compinches de siempre, quienes son tachados de corruptos por la sociedad yucateca.
A SERGIO Vadillo Lora se le derrumbó su mundo de fantasía el pasado domingo de la elección. Había presumido por todo Mérida que ganaría por más de 15 mil votos a Óscar Brito.
Al final, la derrota fue tan abrumadora por parte de Morena que Vadillo perdió por más de 30 mil votos el tercer Distrito Federal.
Lo más humillante fue que solo obtuvo 11 mil votos del PRI, cuando en la anterior campaña intermedia de 2021, Pablo Gamboa Miner había obtenido más de 45 mil votos únicamente del PRI.
Los demás votos que obtuvo Vadillo fueron de panistas que votaron en todas las boletas por el PAN, sin saber que era un candidato priista.
Muchos panistas se negaron a votar por él debido a su mala reputación y a su fama de corrupto durante el sexenio de Rolando Zapata, y a quien siempre se culpó de hostigar a panistas y de vertir ácido sobre las calles que pavimentó Mauricio Vila cuando fue alcalde.
Por cierto, durante la campaña, a Vadillo solo le interesaba conversar y enviar videos cómicos a sus grupos de WhatsApp. Incluso, después de la paliza que recibió de Óscar Brito, publicó un video en el que se le salieron las lágrimas, afirmando que lo más valioso de la campaña fue el apoyo que siempre recibió.
Lo que él no sabe es que sus “amigos” se dedicaron a renviar ese video a todo el mundo, haciendo burlas y chistes sobre el ridículo que había hecho Vadillo Lora.
A JULIAN Zacarías Curi no le funcionó en lo absoluto la estrategia de emular a Rocky Balboa durante su campaña, ya que perdió por un amplio margen el Distrito 2 ante un perfecto desconocido como lo es José Luis Sánchez “El Gallito”.
Zacarías ahora tiene todas sus esperanzas puestas en el triunfo de Erick Rihani, en Progreso, aunque esto se ve cada vez más lejano.
Si Rihani resulta derrotado, Zacarías no obtendría la mitad de los puestos del próximo ayuntamiento de Progreso, ni la recaudación de los sobornos a constructores y desarrolladores, como lo había acordado.
Esto complicaría el pago de las costosas ofi cinas que se construyó en la costa yucateca, ubicadas en la carretera Mérida-Progreso justo adelante de Transportes Villenca.
EL QUE AHORA anda vendiendo propiedades en diversas partes de Yucatán, incluso algunas ubicadas en Izamal, es Juan José Canul Pérez.
Él alude tener muchísimas deudas de campaña debido a que Rolando Zapata Bello le había prometido financiar o conseguir el dinero para gran parte de esta. Al final, Rolando lo dejó sin un peso y no lo apoyó con las despensas que le había prometido.
Lo más triste es que “Memo” Canul fue el único que perdió por más del doble de votos que su oponente, una de las derrotas más grandes a nivel nacional que Morena le dio a la Alianza del Prian. Ya decía el buen Miguelito Enríquez a Memo Canul: “Amigo mío, lo único que obtendremos en esta campaña es la paliza de nuestras vidas, deberíamos no aceptar”. Lamentablemente, nunca le hizo caso.
LOS EMPLEADOS del Comité Directivo Estatal del PRI en Yucatán han expresado su preocupación por el tema de las prerrogativas del partido para el próximo año.
Debido al bajo 4% de votación que el PRI obtuvo en Yucatán, es posible que su presupuesto se reduzca significativamente, lo que podría ocasionar una gran cantidad de despidos.
Además, aún queda pendiente una conversación con Renán Barrera Concha, quien ha manifestado su descontento debido a los paupérrimos resultados del PRI en las elecciones, considerados una vergüenza a nivel nacional.
Cabe destacar que Renán Barrera no obtuvo más de 11 mil votos en total en Mérida, lo cual fue un factor clave en su estrepitosa derrota.
LA PRÓXIMA ALCALDESA DE MÉRIDA, Cecilia Patrón Laviada, no quiere ver ni en pintura a Esteban Fuentes, sobrino de Rolando Zapata. Esto se debe a que este incumplió todas las advertencias que ella le dio sobre no publicar propaganda conjunta de ella con el PRI.
Esteban ignoró estos lineamientos y continuó publicando trípticos y pósters con las imágenes de Cecilia y de él mismo hasta el final de su campaña.
Esta situación obviamente perjudicó la imagen de la próxima alcaldesa. Ha quedado claro que Esteban no tendrá ningún puesto en el próximo Ayuntamiento de Mérida y que quizá optará por buscar trabajo con su tío, quien perdió el Senado pero, por las bondades del sistema electoral, será senador en Ciudad de México.
TREMENDO LIO poselectoral hay en Izamal debido a lo apretado de la contienda. Warnel May se llevó una gran sorpresa, ya que él se sentía ganador por amplio margen al ser abanderado del PRI y del PAN. Sin embargo, la contienda se cerró con una diferencia minúscula.
Cabe recordar que, días antes de las elecciones y en plena veda electoral, May amenazó personalmente a funcionarios de casilla y a comisarios municipales pistola en mano, mediante sus sicarios liderados por “El Guapo”.
Como resultado, la policía estatal los arrestó, y el alcalde y candidato izamaleño agredió físicamente a los uniformados, situación que fue videograbada y publicada en diversos medios de comunicación.
El conflicto más grave en Izamal ocurrió el día de la elección, cuando se vio a Warnel May conversando y riendo con funcionarios municipales del Iepac, despreocupado.
Además, su grupo de choque, liberado el día anterior, se dedicó a amenazar a representantes de casilla de Morena, quienes por temor abandonaron sus puestos.
Justo en esa casilla hay pruebas contundentes de manipulación de urnas y una estrategia para convertir en nulos los sufragios emitidos a favor de Morena.
Con los resultados preliminares no se pudo declarar un ganador, y Warnel May optó por encomendarse a sus amigos del Iepac de Izamal.
La diferencia que marcaban las actas, menos de 200 votos, era significativamente inferior a la cantidad de votos nulos, 460, razón por la cual se debió haber hecho un recuento total de los votos, como exigía el representante de la candidata morenista, Felipe Cervera Hernández, quien firmó bajo protesta.
Al final, los amigos de Warnel, Ricardo Santiago Espadas, Marlene Burgos Castillo e Idelfonso Chulin Burgos, se salieron con la suya y dieron por terminada la sesión.
Esta manera ilegal de actuar seguramente será revertida por los tribunales, que en primera instancia ordenarán abrir y contar los votos de todas las casillas.
CÓMO EMPEZÓ, terminó la campaña, Renán Barrera recibió la noticia de la derrota en el hotel Fiesta Americana acompañado de su hermano, ambos en visible estado inconveniente, producto de la algarabía del triunfo que no llegó… qué dura fue la realidad y ya no hay nada que cambie la historia.
Por eso, en este nuevo periodo que inicia en Yucatán, todo seguirá siendo personal.
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