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Los muertos de Ignacio Zaragoza, en el olvido

Por Santos Gabriel Us Ake

 

IGNACIO ZARAGOZA, LAZARO CARDENAS, 2 de noviembre.- Hay varias calaveras y esqueletos en el olvido y expuestos en el cementerio de Ignacio Zaragoza, a la vista de los pocos pobladores que acudieron a visitar a sus seres queridos en el Día de Muertos durante el transcurso de este sábado.

En la primera fila de los nichos de este camposanto, ubicada a un costado de la pared de la calle, existen varias cajas de madera con restos humanos que se encuentran a la vista de los visitantes, y que están sin que les den mantenimiento desde hace varios años.

Durante el transcurso de todo el día estuvieron llegando pocos familiares de los difuntos para depositarles algunas flores y veladoras, y de esta madera fueron recordados, pero otros restos no fueron plañidos ni recordados, posiblemente porque murieron hace muchos años.

Por lo regular de las primeras defunciones ocurridas en esta alcaldía de Ignacio Zaragoza, también conocida como Kilómetro 80, ya no tienen memoria los familiares, pues han pasado hasta tres generaciones y los descendientes son bisnietos o tataranietos.

Algunos viejitos que murieron hace poco tiempo aún tienen sus sepulturas atendidas por sus hijos, como por ejemplo la de María Leona Puc Puc, quien nació el 11 de abril de 1937 y falleció el 4 de mayo de 2018; Cándida Casanova Ciau vio la luz por primera vez el 3 de octubre de 1943 y murió el 26 de diciembre de 2017; María Inocente Balam Cupul nació el 28 de diciembre de 1940 y feneció el 5 de marzo de 2017; Albino Ehulin Cauich vino al mundo el 5 de febrero de 1938 y dejó de existir el 18 de agosto de 2016; y Silvino Ku Hau nació el 17 de febrero de 1957 y falleció el 27 de julio de 2017, entre otros.

Hubo otros que vivieron muy poco, como fue el caso de Eymar Poot Ek, quien nació el 20 de septiembre de 2013 y feneció el 21 de septiembre de ese mismo año, o sea, solamente tuvo oportunidad de existir en este mundo durante un día, pero se desconoce qué le ocurrió.

Uno de los inconvenientes que sufrieron los visitantes en el cementerio durante el día, al acudir a recordar a sus difuntos, fue la presencia de numerosos moscos a pesar de los fuertes rayos solares, y por eso, la mayoría depositaba rápidamente los ramos de flores, encendían las veladoras y se retiraban inmediatamente.

Otra peculiaridad de este camposanto de la alcaldía de Ignacio Zaragoza es que algunas comunidades rurales que no cuentan con un espacio para enterrar a sus difuntos, han utilizado este recinto mortuorio para sepultar a sus seres queridos y cada año en estas fechas suelen visitarlos.

 

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