Por Miguel Ángel Fernández
CHETUMAL, 16 de abril.- Imágenes del albergue para niños con cáncer “Caminando Juntos”, muestran que es un inmueble subutilizado que no está cumpliendo hasta el momento con sus objetivos.
En las imágenes se observan amplias instalaciones con áreas verdes, recámaras con tres camas, comedor nuevo, área de cocina, capilla y otros espacios comunes que muestran un edificio cómodo y adecuado con la inversión que se realizó del inmueble.
Sin embargo, en la operación se han presentado problemas, pues además de haberse abierto al público cuatro meses después de su inauguración, tiene un reglamento que lejos de facilitar impide su uso a las personas que lo requieren.
Y es que en el reglamento se manifiesta que el tiempo de permanencia en el albergue es de 17 a 10 horas. Además, que el máximo de permanencia es de 3 días y se tienen que pagar 20 pesos por persona.
Un asunto que parece discriminatorio es que el reglamento dice que “se reserva el derecho de admisión”.
De tal manera saltan cada vez más detalles por los cuales este albergue no está cumpliendo con su objetivo en favor de las familias que enfrentan la dura batalla contra el cáncer.
Como se recordará, en conferencia de prensa quedó en evidencia que el albergue para niños y adolescentes con cáncer, Caminando Juntos, ha sido subutilizado, a pesar de la inversión que se realizó para el mismo. Menos de 40 personas han atendido, aun cuando fue inaugurado desde noviembre de 2018.
Y es que se destinaron para este edificio de un mil 100 metros cuadrados, más de 13 millones 36 mil 929.39 pesos, tuvieron que pasar más de cuatro meses para que entrara en operaciones después de su inauguración.
La directora del DIF, María Elba Carranza Aguirre, no supo explicar con claridad a qué se debió tal retraso y trató de minimizar las quejas respecto a la operatividad del mismo, manifestando que es un asunto de “percepción” y que lamenta que se hayan ofendido madres de familia al “explicarles el reglamento”.
Por otra parte, tampoco dejó en claro las medidas que se toman para solucionar el problema de la falta de coordinación, para que las madres de familia que llegan a las 4 de la mañana a la ciudad, para que sus hijos reciban tratamiento, puedan ingresar al albergue a esa hora y descansar hasta tener la cita médica.
Y precisamente por estas circunstancias, el espacio con capacidad para 40 personas solamente ha atendido a 37 desde su inauguración en noviembre de 2018.