Por Yolanda Gutiérrez
Aunque, al menos de momento, Cancún no padece la severa invasión de sargazo de otros destinos de Quintana Roo, las principales playas del destino acumulan macroalgas en mayor o menor grado, lo que afecta a prestadores turísticos de diferentes giros y en especial restaurantes, snack-bars, motos acuáticas y renta de sombrillas.
Algunos balnearios, como Las Perlas, Langosta, Caracol y Tortugas, resultan menos lacerados por el problema que playas como Marlín, Ballenas, Delfines y Coral, lo que guardavidas atribuyen a que las primeras son playas bajas, que están en ‘bahía’, mientras que en el resto de los balnearios, al encontrarse ante mar abierto son más susceptibles de recibir sargazo en mayores cantidades.
El jueves, Gaviota Azul se encontraba prácticamente libre de sargazo, para beneplácito de los arrendadores de sombrillas y camastros, quienes los días en los que las algas invaden el balneario, pasan la jornada prácticamente cruzados de brazos, al igual que meseros, cocineros, personal de limpieza.
Quienes operan servicios de renta de motos acuáticas y paseos en parasail también sufren los estragos de las algas, especialmente en playas en las que la alfombra de sargazo impide a los wave runners llegar hasta la zona limpia, en tanto que las lanchas que impulsan los paracaídas tienen problemas por enredarse la hierba marina en las propelas.
Rubén Ramírez, quien se desempeña como arrendador de motos acuáticas en Delfines, señaló que la renta de motos ha disminuido en alrededor del 80% a causa de las condiciones del agua.
“No se puede trabajar todos los días cuando hay sargazo en el agua, como ahora, la hierba es succionada por la moto, tapa la entrada del agua y llega un momento en que se satura y la máquina se detiene; está la posibilidad de quitarle la parrilla de abajo y es más fácil, pero aún así es un riesgo”.
Agregó que pese a que el jueves se apreciaban manchones de sargazo flotando en el agua, muy cerca de la costa, “la corriente lo está mandando hacia el Club Med y en un rato más el frente ya va a estar despejado, pero aun así el sargazo y la temporada alta son una mala combinación, el turismo no viene porque sabe que las playas están sucias, hasta el punto que si normalmente en temporada baja se hacen unas diez rentas al día, ahora como mucho son una o dos”.
En Gaviota Azul, los clubes de playa y las sombrillas que se rentan de manera independiente a estos negocios reflejaban una mayor presencia de turistas, que ocupaban algunos de los camastros y mesas, pero según palabras del personal que atiende a los clientes, si se aprecia un poco de actividad es porque se ven trabajos de limpieza en el balneario y en los últimos días no ha afectado mucho la presencia de la hierba.
“Hay días que nos va de la patada, la playa está muy sucia, llena de sargazo que se amontona por todas partes y los clientes, de plano, dan media vuelta y se retiran; hoy (el jueves 30) nos está yendo mejor, a ver cuánto nos dura, porque a veces, de la noche a la mañana está la invasión”, sostuvo un mesero que se identificó como Miguel.