Por María Luisa Vázquez
El Instituto Municipal contra las Adicciones de Benito Juárez, a cargo de Oscar Cerecero, llevará a cabo, en una primera etapa, la certificación en 50 planteles educativos de todos los niveles del programa “Yo no soy cómplice”, que más que pruebas para detectar las adicciones, promueve los valores entre los estudiantes para evitar que caigan en algún tipo de adicción.
“Este certificado se llama ‘Yo no soy cómplice’ y es bajo el cumplimiento de 10 lineamientos que vamos a dar a conocer. La siguiente acción es la del certificado a instituciones educativas, que es lo que va a estar fuerte este año. Iniciamos en febrero con varias escuelas que ya se subieron al barco con nosotros”, explicó ayer entrevistado en el Palacio Municipal.
Recordó que “Yo no soy cómplice” empezó el año pasado como el arranque del Instituto Municipal contra las Adicciones, que consistió en realizar pruebas de antidoping a funcionarios públicos, aunque aclaró que fue una prueba rápida, más para darle un empuje al recién creado Instituto.
En esta ocasión, explicó, el programa se aplicará en escuelas, desde primarias hasta la universidad, pasando por secundarias y preparatorias, pero más que hacerles pruebas sobre el consumo de alguna droga, es para promover la recuperación de hábitos, como el agradecimiento a la vida.
Sobre lo anterior, hizo ver que actualmente Benito Juárez mantiene altos índices de suicidio.
Asimismo también, se organizarán pláticas contra adicciones y eventos semestrales intercolegiales para formar comunidad, entre otras acciones.
Hizo ver que hablar de adicciones no sólo se relacionan al consumo de alcohol, drogas, o ir al casino, sino en todo aquello que afecte a la persona por su dependencia.
Informó que actualmente ya son cinco escuelas inscritas y esperan que en una primera etapa sean 50 escuelas las que puedan certificarse, con lo que podrían llegar a los 40 mil estudiantes, y la meta son 300 escuelas al cierre de este 2020.