Por José Ramos
CHETUMAL, 3 de enero.- Las cabañuelas es una manera de pronosticar el clima y muchos agricultores se guían de ellas para saber las fechas en las cuales podría haber heladas o altas temperaturas y así saber qué día cultivar.
Con el inicio del año, la gente del campo en Quintana Roo ha iniciado la observación del tiempo, desde el clima de la mañana, tarde y hasta la noche. A esta práctica se le denomina en lengua maya Xok K’iin o conteo de los días, también conocida como cabañuelas.
Según la tradición, los primeros días del año sirven como indicadores del comportamiento que tendrá el clima durante todo el año, y para marcarles las pautas para la tumba, roza, quema y siembra de la tierra.
Los primeros 12 días del Año Nuevo representan cada uno de los meses venideros, lo que quiere decir que el clima del 1 de enero representará el promedio del mismo mes, el clima del 2 de enero sería como el clima de febrero y así sucesivamente hasta el día 12, que representa el mes de diciembre.
Cabe señalar que en la Península de Yucatán perduran las tradiciones de las cabañuelas, una vieja forma de la milenaria cultura Maya de predecir o pronosticar el tiempo.
Con el inicio de cada año, los campesinos optan por el Xok k’iin, concepto Maya que se relaciona con las cabañuelas, y que en español significa leer al Sol o la vida para interpretar el pronóstico del estado del tiempo, de acuerdo a la ancestral cultura Maya.
Esta tradición es utilizada para pronosticar afectaciones por fenómenos naturales como los huracanes, a los que cada año está expuesto Quintana Roo.
Es importante mencionar que las cabañuelas son un método empleado tradicionalmente por los agricultores para predecir el tiempo, se basa en la observación de las condiciones atmosféricas en los primeros 12 días del mes de enero.
Desde hace aproximadamente 35 mil años, antes de Cristo, este tipo de predicciones se hacían con base en la Luna, lo que permitió al hombre poder cazar y pescar de acuerdo a las condiciones climatológicas.
No obstante, fuentes señalan que la creencia de las cabañuelas surge en España a raíz de la “Fiesta de los Tabernáculos”, en la que los judíos recordaban los 40 años en que su pueblo tuvo que caminar por el desierto del Sinaí en busca de la Tierra Prometida, la cual incluía ritos en los que se predecía el tiempo.
Según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), el origen de las cabañuelas en México proviene de los aztecas, quienes a su vez adoptaron este conocimiento de los mayas, pues en ambos casos su calendario consistía de 18 meses con 20 días cada uno. Los primeros 18 días de enero servían para cada uno de los meses y los dos días restantes predecían otros fenómenos.
Los agricultores estudiaban los cambios climáticos durante los primeros días de enero para conocer el pronóstico del tiempo durante los 12 meses del año. Por ejemplo, si para el día 10 de enero llovía o hacía frío, en el mes número diez (que en este caso corresponde a octubre) ocurriría un fenómeno similar.
Con base en este tipo de análisis sabían en qué mes podían sembrar o realizar otro tipo de actividad. Para los campesinos es una prioridad llevar la lectura de las cabañuelas, porque gracias a este estudio empírico podrán predecir los meses de lluvias y sequías para sembrar y obtener buena cosecha.
Quienes se valen de este método deben llevar una bitácora del clima de cada día de enero, anotar las características del cielo, la temperatura, el viento y después relacionar ese día con el mes que le corresponde.
Los agricultores se ayudaban con esta técnica; sin embargo, esta tradición se ha ido perdiendo, debido a que el cambio climático que ha vivido el mundo en las últimas décadas ha modificado sus resultados.