En lo que va de la administración de Carlos Joaquín, la deuda de Quintana Roo ha aumentado cuatro mil 234 millones, al pasar de 19 mil 169 millones de pesos al concluir el gobierno de Roberto Borge, a 23 mil 403 millones de pesos en este año, informó el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República.
Mientras que en lo que va de la emergencia sanitaria por el COVID-19, el gobierno estatal ha adquirido deudas por mil 37 millones de pesos, a través de cuatro créditos solicitados a instituciones bancarias.
El incremento de los compromisos financieros al solicitar más dinero prestado se ha reflejado también en la deuda per cápita, que se incrementó 75 pesos, al pasar de 13 mil 58 pesos, en 2016, a 13 mil 133, de acuerdo a la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan).
El reporte trimestral de la institución de investigación señala que Quintana Roo es el tercer estado con mayor deuda respecto a sus participaciones federales, que fue de 172%.
Multiplican deuda histórica
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Quintana Roo inició el siglo con una deuda pública de alrededor de 748.8 millones de pesos, bajo la administración de Joaquín Hendricks Díaz.
En 2006, ya como gobernador Félix González Canto, la deuda era de mil 880 millones de pesos, es decir casi se triplicó; para 2010, el saldo se disparó a más de 10 mil millones de pesos, es decir, creció más de 500%.
Para 2016, al término de la administración de Roberto Borge, la deuda era ya de aproximadamente 19 mil 169 millones de pesos; es decir, casi se duplica de un sexenio a otro.
Prometió y no cumplió
El 25 de septiembre de 2016, al tomar posesión como gobernador, en su discurso ante el Congreso local, Carlos Joaquín afirmó que no habría más endeudamiento con nuevos créditos para cubrir obligaciones financieras.
No obstante, a cuatro años de su administración, la deuda acumulada de 19 mil 169 millones, de acuerdo con la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), creció cuatro mil 234 millones, pues al 30 de junio de este año llegó a 23 mil 403 millones de pesos.
Se prenden las alertas
Estas cifras colocaron a la mitad de este año a Quintana Roo como el tercer estado del país más endeudado, sólo por debajo de Nuevo León, con una deuda de 79 mil 625 millones de pesos y Chihuahua, con 50 mil 71 millones de pesos.
En este rubro, el estado registró 172.3% de relación de su deuda con sus participaciones y sobresalió en el segundo lugar con una mayor relación de su deuda respecto de su Producto Interno Bruto (PIB) con 6.5%, sólo por abajo de Chihuahua, que registró 6.6%.
Ante este panorama, el Sistema de Alertas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) puso en semáforo amarillo a Quintana Roo, al presentar un nivel de endeudamiento en observación.
Quiere decir que el estado se encuentra limitado a un techo crediticio adicional de 5.0% para el resto del año. En esta situación se encuentran únicamente otras cuatro entidades.
El aumento del endeudamiento ha llevado al gobierno estatal a presentar poco margen de maniobra, al registrar una sostenibilidad de la deuda bajo observación, con capacidad de pago limitada.
Impacto al bolsillo de la gente
Al inicio de su mandato, el gobernador aseguró que los quintanarroenses ya no volverían a pagar por las decisiones de las malas administraciones estatales pasadas.
Sin embargo, la deuda per cápita que dejó Roberto Borge de 13 mil 58 pesos a cada uno de los quintanarroenses, al 30 de junio de 2020 Carlos Joaquín la elevó a 13 mil 133 pesos, lo que quiere decir que la ciudadanía deberá pagar 75 pesos más de su bolsillo.
Este aumento de endeudamiento también lo ha dejado mal parado a nivel nacional, al colocarse como la segunda entidad en la que sus ciudadanos deben más, de acuerdo con el reporte del Instituto Belisario Domínguez.
Pero, incluso, el reporte precisa que toma en cuenta a toda la población del estado, no únicamente a la económicamente activa; que de lo contrario podría aumentar significativamente el nivel de endeudamiento per cápita.
Origen de la deuda
El 89.2% del total del financiamiento que se obtuvo en el primer trimestre corresponde al estado y sus entes públicos; el resto, 10.8% a los municipios y sus entes públicos, señala el estudio del Senado.
El reporte precisó que Quintana Roo obtuvo su financiamiento a través de la Banca Múltiple, con 71.6%; con la Banca de Desarrollo, en 27.9% y con otras fuentes en 0.4%.
Esta deuda tiene como fuente de pago sus participaciones federales en 92.2% y deuda de corto plazo quirografario con 7.8%.
Crédito tras crédito
Aunado a este escenario, en el segundo trimestre, entre abril y mayo, el estado contrató deuda con Banobras y otros bancos por 18 mil 736 millones de pesos, de acuerdo con la Sefiplan.
El 13 de abril obtuvo un crédito con Banorte por 6 mil 300 millones de pesos; una semana después, el 17 de abril, contrató con Banobras 5 créditos: dos por mil 500 millones de pesos cada uno; otro por 4 mil 500 millones de pesos; uno más por 3 mil millones de pesos y un quinto por 786 millones 561 mil 295 de pesos.
El 7 de mayo contrató otros dos créditos con HSBC: uno por 500 millones de pesos y otro por 650 millones de pesos.
Panorama complejo
Con un déficit en la recaudación de 3 mil 327 millones de pesos derivado de la crisis por COVID-19 y reducción en ingresos federales por 744 millones de pesos, el Gobierno del Estado enfrenta un panorama complejo.
La titular de Sefiplan, Yohanet Torres Muñoz, informó que el panorama se complica por las reducciones que proyecta el Presupuesto de Egresos Federal 2021 para Quintana Roo.
Indicó que al 31 de agosto, del Presupuesto 2020 que se tenía proyectado en la Ley de Ingresos estatal, se han dejado de recaudar 3 mil 327 millones de pesos y a nivel federal mil 979 millones de pesos.
Esta afectación significa que para cerrar el ejercicio el gobierno estatal deberá hacer un ahorro similar a lo que dejó de ingresar para compensar las finanzas públicas.
En 2020, al día de hoy, se redujo la recaudación poco más de 2 mil 300 millones y se espera que de aquí al cierre de 2021 sea sólo de mil 600 millones de pesos, por los pagos de impuestos diferidos por el COVID-19.
En cuanto a ingresos federales, se espera que al cierre del ejercicio se registre una disminución aproximada de 744 millones de pesos.
Plan de austeridad
Ante este escenario, con un endeudamiento que ha aumentado en lugar de disminuir y para mitigar los efectos de la reducción de ingresos por efectos de la pandemia y la disminución del presupuesto programado para el estado por parte de la federación para 2021, se presentó un Plan de Austeridad.
La secretaria de Finanzas informó que se tiene programada una reducción de 20% al rubro de Servicios Personales y Prestaciones Extraordinarias y 10% en consumo de energía eléctrica y agua en cada dependencia estatal.
También reducir 15% el monto asignado a contratos de arrendamiento de edificios, vehículos, mobiliario, equipo, tecnologías de la información y otros gastos.
Dijo que se reducirán 15% los gastos de difusión, de orden social, cultural y otros servicios generales; además otros 15% en gastos de papelería, consumibles, materiales para construcción, combustible y lubricantes, vestuarios y uniformes.
Mismo porcentaje bajarán en herramientas, servicios profesionales de reparación y mantenimiento; servicios de comunicación social, de traslado y viáticos, entre otros.
Con estas medidas, señaló, se espera que se pueda alcanzar un presupuesto que sea suficiente para las metas que se tienen estipuladas en el Plan Estatal de Desarrollo y evitar a toda costa reducir la plantilla laboral.
Deudas durante pandemia
De acuerdo con el Registro Público Único de Financiamientos y Obligaciones de Entidades Federativas y Municipios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el transcurso de los primeros seis meses de la pandemia por COVID-19 -abril a septiembre- Quintana Roo ha adquirido nueva deuda por mil 37 millones de pesos, a través de cuatro créditos bancarios.
La inversión reportada por el gobierno de Carlos Joaquín a través de la Sefiplan en la reconversión de la infraestructura hospitalaria o en mejoras a algunas clínicas para que pudieran atender a los pacientes contagiados de coronavirus asciende a 44 millones 467 mil 726 pesos.
Las aplicaciones más significativas de recursos en los hospitales y clínicas son la realizada en el centro de Salud de Holbox y la hecha en la clínica de Nicolás Bravo, municipio de Othón P. Blanco, ya que rebasaron los 12 millones de pesos.
De los cinco préstamos bancarios solicitados entre abril y septiembre por el gobierno de Quintana Roo para “cubrir insuficiencias de liquidez de carácter temporal”, de acuerdo a la SHCP cuatro son a pagar en el lapso de un año por lo que deberán liquidarse en su totalidad en el segundo trimestre de 2021. El monto total de estos cuatro créditos suma mil 37 millones de pesos.
Además de los adeudos adquiridos en los meses de la emergencia sanitaria, existen otros previamente adquiridos y sometidos a refinanciamientos que sumandos con los anteriormente mencionados dan un total de 21 mil 262 millones 405 mil 774.09 pesos. Al menos nueve cuentas, hasta ahora, son a pagar en 20 y 25 años.
Aparte existen ocho cuentas que fueron refinanciadas en abril y mayo y que en total suman 18 mil 736 millones 561 mil 295 pesos más otros 160 mil 680 millones que faltan por pagar de la deuda heredada de la pasada administración estatal.
El próximo viernes vence, de acuerdo con el Registro Público Único de Financiamientos y Obligaciones de Entidades Federativas y Municipios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el plazo para saldar una deuda pública de 75 millones de pesos; el 6 de noviembre otra de 281 millones 250 mil pesos y el 7 de diciembre una más de 510 millones de pesos.
Por Lino Sarmiento / Eva Murillo