A 15 días del paso del Huracán Delta, tres, de las siete playas municipales continúan cerradas de manera temporal pues los vientos de más de 175 kilómetros por hora hicieron que las torres de guardavidas se derivaran en su totalidad en playas como Coral, Chac Mool y Ballenas, sin embargo, aún no se cuenta con el presupuesto autorizado para la reconstrucción de dichas estructuras.
Las torres salvavidas, estructuras de madera con techo de paja, madera, tela acrílica, entre otros materiales, se ubican para observar el comportamiento del mar y vigilar que los bañistas no sean sorprendidos por los fuertes oleajes, debido al vaivén de las corrientes marinas.
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Algunos salvavidas de las playas que ya se encuentran abiertas al público comentaron que es importante este tipo de estructuras, pues ellos tienen que tener un panorama abierto de 360 grados por cualquier percance, sin embargo, actualmente ninguna de las torres en playa Delfines cuenta con un techo especial pues de manera provisional a una de ellas le pusieron una lona y a la segunda cuenta únicamente con una sombrilla de playa para que los dos guardavidas puedan protegerse del sol y tener a la vista a los visitantes.
“Aquí nos pusieron solo una sombrilla, pero pues el sol esta fuerte y de alguna manera no podemos tener todo a la vista, por lo cual se vuelve un riesgo para los visitantes en la playa, somos cuatro, pero una sombrilla no creo que sea suficiente para poder realizar al 100 por ciento nuestro trabajo, fuera del mar”, comentó uno de los guardavidas en playa Delfines.
De acuerdo al arquitecto José Mérida, dichas torres de madera con estructura y tamaño de pueden tener un costo de 120 mil pesos, sin embargo, torres más pequeñas como la que se encuentra actualmente en playa El Niño, no rebasa los 40 mil pesos para su construcción.
La tarde de este miércoles, falleció una persona en playa Tortugas, ubicada en el kilómetro 6.5 del Boulevard Kukulkan de la Zona Hotelera, dejando en evidencia la real importancia de contar con estas torres, pues los socorristas acuáticos podrán tener mayor visibilidad en los arenales de Cancún.
Por Karla Cauich