Más de media tonelada de langosta viva tuvo que ser descolada repentinamente ante el impacto del Huracán Delta, confirmó José Ángel Canto Noh, toda vez que de quedarse sin energía eléctrica las piletas se podría generar un estrés entre los crustáceos y se comerían entre ellos, por lo que optaron por perder 25 por ciento de ingresos y terminaron descolándolas para congelarlas.
Dicha acción podría permitir que lejos de perder todo el producto, lograran rescatar algún porcentaje del mismo para tener algo de ingresos, dijo el presidente de la cooperativa Producción Pesquera Cozumel, quien lamentó la situación que se está viviendo de manera general en el mundo y sobre todo en la localidad ante la poca bonanza económica que había prevalecido.
Canto Noh recordó que apenas este lunes celebraban la posible compra venta del producto con un mercado del norte del país; sin embargo, dicha negociación se vio empañada por la nula actividad portuaria derivada del impacto del Huracán Delta, lo que impidió que pudiera sacarse el producto vivo de la isla para hacer el traslado.
De acuerdo con la experiencia de los pescadores, éstos analizaron la posibilidad de alguna falla eléctrica con los vientos que pudieran generarse por el fenómeno hidrometeorológico, por lo que se vieron obligados a realizar el descole de las langostas vivas, aunque eso representará una pérdida por poco más de 50 mil pesos, pero para evitar que el estrés matara a las langostas, tuvieron que realizar dicho proceso para posteriormente efectuar el empaque de las mismas e ingresarlas a las neveras donde se prevé pudieran permanecer hasta 48 horas en caso de que se quede la isla sin energía eléctrica, dijeron, por lo que esperan poder “rescatar” un poco de ingresos con dicho procedimiento, comentó el representante del sector pesquero.
Asimismo, compartió que la misma tarde de este martes serían evacuados más de 47 pescadores que se encuentran en la comunidad María Elena en la Bahía del Espíritu Santo, donde también hay varias familias que suman más de 70 personas en dicha zona de donde están siendo trasladados hasta Felipe Carrillo Puerto, a fin de evitar que pudieran verse afectados.
Por Karina Carrión