Síguenos

Última hora

Banco de niebla afecta operaciones en el AICM

Quintana Roo

Buscaban una mejor vida y hallaron la muerte trabajando en el hotel Planet Hollywood

Carlos Alfredo y William Ariel desaparecieron cuando trabajaban en la construcción del complejo hotelero ubicado en Isla Mujeres; hay al menos, otras seis personas desaparecidas
Foto: Por Esto!
Foto: Por Esto!

La promesa de un empleo con prestaciones de ley como el tener acceso a seguridad social y recibir aguinaldo al final del año, fue lo que llamó la atención de Carlos Alfredo y William Ariel, quienes aceptaron trabajar en la obra de construcción del complejo hotelero Planet Hollywood, ubicado en Isla Blanca, en la parte de la zona continental de Isla Mujeres, sin imaginar que lo que encontrarían sería la muerte.

Estaban convencidos de que sería su mejor decisión, sumarse a las cientos de manos que construyen el lujoso resort ubicado a 16.5 kilómetros de centro de Cancún, con el mar Caribe de frente y a las espaldas kilómetros de selva y humedales, llenos de vida, pero también de secretos.

Más de 30 horas y cazadores continúan desaparecidos en X-Cabil

Noticia destacada

Más de 30 horas y cazadores continúan desaparecidos en X-Cabil

Familias piden localizar a 13 jóvenes desaparecidos en Isla Mujeres

Noticia destacada

Familias piden localizar a 13 jóvenes desaparecidos en Isla Mujeres

Lejos estaban sus planes y pensamientos de la realidad, pues lo que hallaron fue a grupos delincuenciales que operan en la zona y que presuntamente los asesinaron y enterraron en el mismo predio, incluso en lo que ahora son los cimientos de la lujosa mole de cemento.

Ellos no son los únicos, hay por lo menos una docena de trabajadores de la albañilería y otros oficios que diario viajaban desde Cancún hasta la pujante nueva zona hotelera en la parte norte de Quintana Roo, pero sobre territorio perteneciente al municipio Isla Mujeres.

La zona está tomada por grupos delincuenciales que incluso cobran a cualquier ciudadano que quiera ingresar a la playa de esas áreas, las voces que alertan y acusan esas actividades cada vez son más fuertes, sin embargo, ninguna autoridad estatal o municipal se ha pronunciado al respecto.

Hasta hace un par de años, las extensas playas de Isla Blanca fueron el lugar ideal para las reuniones de familias que participaban en festivales como el del papalote o sesiones fotográficas, pero el cobro por el uso de los arenales y la inseguridad que fue creciendo en la zona, acabó con todo eso.

A pesar de las quejas y de los hallazgos de restos humanos -ya sea en osamentas o estado de putrefacción o con apenas unas horas de haber sido asesinados la inseguridad en Isla Blanca no escaló más allá del hecho violento del día, hasta que un grupo de madres y hermanas que sin conocerse buscaban por su lado a familiares desparecidos, se dieron cuenta que por lo menos seis de ellos trabajaban en el mismo lugar y unieron fuerzas para exigir que los casos fueran investigados.

Hilda y Mariana son hermana y madre de dos obreros desaparecidos en el desarrollo turístico Planet Hollywood, que se construye en la zona continental de Isla Blanca, en Costa Mujeres, ambas pretenden conformar el primer colectivo de buscadoras de personas desaparecidas en Quintana Roo.

Las dos mujeres comparten una desgracia, se presume que sus familiares fueron asesinados y sepultados de manera clandestina en la construcción del mencionado centro de hospedaje, a donde fueron atraídos por contratistas con la promesa de estabilidad laboral.

Encuentran restos de un trabajador desaparecido

Aunque las autoridades ya encontraron la osamenta de William Ariel, de 20 años, hijo de Mariana, ella asegura que no va a detener su lucha hasta que otros jóvenes que sufrieron el mismo destino que su hijo, sean desenterrados.

Hilda, hermana de Carlos Alfredo, no ha tenido tanta suerte y aunque los mismos trabajadores de esa construcción le dijeron que su hermano fue asesinado por órdenes de un contratista, aún no sabe dónde descansan los restos de su familiar desaparecido el mes de junio de este año.

A las dos la une el coraje de atrapar a los asesinos, por lo que mediante mensajes de WhatsApp y llamadas telefónicas se organizan para pegar carteles de búsqueda, imprimir lonas y realizar movilizaciones en las puertas del hotel.

Convoca a unirse Hilda, está decidida a no detenerse hasta a encontrar a su hermano que si no está enterrado en el hotel fue llevado a otro lugar, pero el principal asesino aún continúa libre. Tiene claro que no podrá librar esta guerra sola, por lo que hace todo lo que está a su alcance por encontrar a personas que tengan familiares desaparecidos en Cancún para juntos exigir atención de las autoridades para investigar y dar con sus familiares.

“No voy a parar hasta encontrar a mi hermano, sé que probablemente esté muerto eso es lo que me han dicho, temo por mi vida también, pero son más mis ganas de ver a los asesinos de mi hermano tras las rejas que el miedo, por eso estoy en contacto con el papá de otro desaparecido que se encuentra en Tabasco, quien no puede venir por falta de dinero, pero él sabe que por lo menos otros 10 muchachos que fueron asesinados en este hotel y sus cuerpos se encuentran sepultados en un sótano.

Señalan una fosa clandestina cerca del hotel

También hay un cementerio clandestino cerca de la torre siete (del hotel), pero las autoridades ya recibieron dinero por eso no quieren investigar”, sentenció Hilda. Los mismos empleados de la construcción le han facilitado información de donde se encuentran los cadáveres de los jóvenes, le han informado que fueron enterrados en el mismo predio, fueron asesinados por negarse a pagar cuota a los criminales, otro por no consumir la droga que ellos venden o como en el caso de su hermano por problemas laborales con un contratista que paga “protección” al crimen organizado.

Ante la omisión de las autoridades trata de reunir recursos para organizar manifestaciones e imprimir carteles de búsqueda, no sólo de su hermano sino de todos los jóvenes desaparecidos. Confía en que pronto sean identificadas las otras tres osamentas halladas en el predio y los familiares de los desaparecidos que no han denunciado o que no saben nada de algún familiar la busquen para unirse y comenzar la lucha ya como un colectivo de familiares de personas desaparecidas.

En Sonora, el colectivo Buscadoras de Sonora, conformado por al menos 200 personas que encabeza Cecilia N, encontraron el pasado 11 de octubre un panteón clandestino en la carretera Nogales-Ímuris que contenía los restos de por lo menos cuarenta personas. Cecilia inició su lucha el año pasado cuando sus hijos Marco Antonio y Alejandro Guadalupe, desaparecieron sin dejar rastro, actualmente el colectivo busca aproximadamente 600 personas, además de las 400 que ya han localizadas en distintos municipios de Sonora.

En Cancún, lo que mantiene en pie de lucha a Mariana, es la sed de justicia, pues asegura que su hijo era un buen muchacho que tenía muchos sueños y no merecía morir de esa manera, por lo que no descansará hasta que se haga justicia.

“Mi lucha no va parar sólo porque encontré los restos de mi hijo, voy a seguir luchando hasta que las otras familias encuentren paz y tengan un lugar dónde llorar a sus hijos, hermanos o esposos porque yo sé que es lo que siente que pasen los días y los meses sin saber nada de tu hijo, por eso voy a seguir luchando y si es preciso voy a derrumbar ese hotel, nada me detendrá. Hilda y yo vamos hasta las últimas consecuencias”, aseguró la afligida madre minutos después de que las autoridades le enseñaron fotografías de la osamenta de su hijo, las cuales pudo identificar gracias a un bóxer, unas botas y la playera que usaba al momento de su desaparición.

La Fiscalía General del Estado reconoce la existencia de ocho carpetas de investigación por la desaparición de un número igual de personas que desaparecieron cuando se encontraban en Isla Blanca, pero descarta que se encuentren sepultados en el citado centro de hospedaje que está alistándose para ser inaugurado antes de que finalice este año.

CI

Siguiente noticia

El oscuro mundo de Aristóteles Sandoval