Por Ovidio López
ISLA MUJERES, 25 de marzo. – La avenida Hidalgo, principal arteria de la vida nocturna de Isla Mujeres, comienza a apagarse, pocos establecimientos abren de día, de comida y de productos artesanales debido al poco turismo que arriba en esta fase dos de la contingencia por el coronavirus.
La mayoría de los establecimientos están cerrados, y continúa el cierre porque “sale más caro abrir por el pago de salario e impuestos por la casi nula venta diaria que se observaba en los últimos días”, dijo un pequeño empresario.
Algunos continúan abriendo sus negocios gastronómicos para darle asistencia a pocos visitantes y a la gente local. Son establecimientos que tienen sus propios clientes, pero “las ventas se han venido en picada desde la semana pasada”, lo que anuncia cierre temporal en los siguientes días de la cuarentena.
Sostienen estos empresarios que abren sus puertas y que todavía no han corrido a nadie, ya que sus empleados aceptaron el acuerdo de trabajar un día sí y el otro descanso”. Pero estos trabajadores, en su gran mayoría, viven al día. No todos lograron guardar para más de una quincena sin trabajar.
Varios negocios cuyos propietarios pagan renta decidieron entregar los locales a sus dueños, porque no ven salida a la vuelta de un mes, considerando que en todo marzo no han experimentado buena venta. Lo cual significa un desastre económico por el quiebre comercial que sufren debido a la pandemia de coronavirus; otros empresarios renegocian sus adeudos con el banco.
Esperen apoyo fiscal
Dueños de pequeños negocios le dieron la bienvenida el anuncio de la Secretaría de Hacienda federal del apoyo económico para minimizar el impacto negativo en el sector por la contingencia, en un momento en que la situación tiende a empeorar por las escasas ventas de los últimos días.
Ya los gobiernos estatal y municipal ofrecieron considerar pagos de algunos tributos para apoyar al sector empresarial. Aquellos empresarios muy sensibles a la situación decidieron cerrar y darles salario mínimo a sus empleados, pero la mayoría de los vendedores de artesanías y servicios de recreación, que trabajan a comisión, se quedaron al aire. No les vendría nada mal recibir algunas despensas de las empresas y el gobierno, señalan.