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Quintana Roo

Desprotegidos en el manejo de cadáveres

Por Salvador Canto

Aunque deben de cumplir con las normas de bioseguridad y el uso del equipo de protección personal para el manejo, traslado y disposición final de los cadáveres confirmados o sospechosos de COVID-19, trabajadores de las diversas funerarias de Cancún se sienten inseguros porque hasta el momento no han recibido una capacitación oficial para protegerse de esta enfermedad.

Cristóbal Dzul, trabajador de una funeraria de Cancún, comentó que cada vez que les toca trasladar el cuerpo de una persona fallecida a causa del COVID-19 o de sospechas “nos da miedo porque no sabemos realmente cuáles son las consecuencias”.

En las distintas funerarias también se están aplicando medidas en torno a los servicios de velación de cuerpos fallecidos por motivos distintos al coronavirus, pues sólo permiten el acceso a las salas de un máximo de 10 personas.

El trabajador, que pidió no se le tomara fotos, comentó que todas las funerarias, fueron tomadas por sorpresa, pues no imaginaban que la demanda de sus servicios se iba a incrementar de manera exponencial por efectos de la pandemia.

Dijo que todas las funerarias han tenido incremento en la demanda del servicio y que no todos los cuerpos que llevan a incinerar, son relacionados al COVID-19 ó al menos, eso es lo que les indican en los hospitales.

De acuerdo con información de un trabajador del Servicio Médico Forense (Semefo), los protocolos establecidos cuando fallece alguien con coronavirus, los cuidados y medidas que el personal en contacto con el cadáver debe mantener a lo largo de todo el proceso, es decir, desde el momento de su muerte, hasta la disposición final del cuerpo.

En ese contexto, se pudo conocer que los principios de precaución y dignidad humana que se deben cumplir siempre en todo momento de la manipulación del cadáver.

Es decir, cumplir las normas de bioseguridad y el uso del equipo de protección personal por parte de los que interviene en el manejo, traslado y disposición final de los cadáveres confirmados o sospechosos de COVID-19.

Realizar lavado de manos con agua y jabón después de la manipulación de los cuerpos. No se recomienda higiene de manos con alcohol-gel.

En cuanto al uso de equipo de protección personal, se deberá realizar el control de la entrega de cuerpos en función de lo establecido por los lineamientos de cada institución.

En relación al traslado del cuerpo, se puntualiza que el cadáver debe ser transferido después del fallecimiento siguiendo las recomendaciones de bioseguridad de acuerdo con el procedimiento que realicen.

El personal de salud deberá utilizar precauciones de contacto y gotas (lavado de manos con agua y jabón, uso de guantes, mascarilla quirúrgica, bata impermeable con manga larga y protección ocular) para retirar todos los dispositivos que tenga el paciente con el fin de disminuir riesgos de contaminación por derrame de secreciones.

Antes de realizar el traslado del cadáver a la morgue de la unidad, puede permitirse el acceso de los familiares y amigos, restringiéndolo a los más próximos y cercanos, quienes deberán de utilizar precauciones de contacto y gotas; se les dará la recomendación de no establecer contacto físico con el cadáver, ni con las superficies de su entorno que pudieran estar contaminados.

El cadáver debe introducirse en una bolsa de traslado biodegradable, que reúna las características técnicas sanitarias de resistencia a la presión de los gases en su interior e impermeabilidad. La introducción en la bolsa se debe realizar dentro de la propia habitación. Una vez que el cadáver esté adecuadamente empacado en la bolsa, se recomienda la desinfección externa de la bolsa.

Se debe realizar la clara identificación del cuerpo de acuerdo con los lineamientos de las Instituciones, notificando al camillero para su transporte al mortuorio.

La camilla de traslado se deberá desinfectar con soluciones con hipoclorito 0.1% (1000 ppm) posterior a dejar el cuerpo en la morgue, de acuerdo con los lineamientos de manejo de RPBI (NOM-087-ECOL-SSA1-2002), limpieza y desinfección.

En el área hospitalaria donde ocurrió el deceso, el personal del aseo debe realizar la limpieza y desinfección de toda la zona y elementos (cama, equipos de la cabecera, colchonetas, puertas, cerraduras, etc.) siguiendo la técnica del triple balde conforme a los lineamientos de prevención y control de infecciones.

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