Por Angel Paredes
El Sistema Lagunar Nichupté siempre ha sido tema de crítica y estudios por los ambientalistas ante los niveles de contaminación del agua, por causa de la basura que turistas y habitantes arrojaban poniendo en riesgo a las especies que aún habitan en la zona, pero desde que comenzó la cuarentena por la contingencia sanitaria provocada por el COVID-19, se logró evidenciar que ahora lucen limpias, sin desperdicios a su alrededor y mejor aún, con una mejor tonalidad en comparación de años anteriores.
Durante un recorrido por la zona, se logró observar que la laguna está libre de basura como material pet, bolsas de plástico, neumáticos y otros contaminantes acostumbrados a ver en el cuerpo de agua.
Aunque no se han realizados estudios de laboratorio para ver la calidad del agua, se espera que la reducción de contaminación por la ausencia de turistas y visitantes en la zona permita mejorar el hábitat de las especies que aún viven en el área.
De acuerdo a Patricia González Santos, bióloga de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), “sí la contaminación en la zona lagunar es menor desde que comenzó el confinamiento y la tierra ha podido tener un respiro de los efectos negativos del ser humano. Por medio de colegas, biólogos y doctores, me han compartido fotografías de cuerpos de agua, que estaban contaminados y que afortunadamente van mejorando, recordemos que la Laguna Nichupte no cuenta con corrientes de agua, debido a que desde la construcción de la Zona Hotelera se cerraron prácticamente los respiradores naturales del sistema lagunar, por tanto es grato saber que luce mejor, esto quiere decir que aún podemos mejorar y cambiar el futuro de nuestro planeta”.
En el 2014, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), presentó un informe en donde se realizaron muestreos de agua y un análisis químico, en el que se arrojó que el agua de la Laguna Nichupté-Bojorquéz, registraron concentraciones de los nitritos y fosfatos, los cuales son indicadores de aguas residuales. Y que los valores encontrados eran altos, incluso recomendaron aplicar acciones para mejorar las condiciones del complejo lagunar.
Desafortunadamente desde ese año a la fecha, los niveles de contaminantes siguieron en aumento, hasta que llegó esta pandemia frenando de golpe la actividad turística en la zona, lograron así reducir los contaminantes en la zona lagunar y el mar.
“Será muy interesante realizar esos estudios, creo que es obvio que los niveles de contaminación en el agua sí reducirán significativamente, tendremos que esperar, pero creo que la mayor recomendación es que el ser humano sea limpio, que seamos más conscientes con el planeta, es importante cuidar de nuestro entorno”.
Es primordial recordar que el área de Punta Cancún, era donde se detectaban los mayores índices de contaminación, entre otros motivos eran porque las aguas estancadas de la Laguna Bojórquez, carecen de la mínima oxigenación, a lo que se agrega la descargas de aguas negras que aún persisten en la zona entre ellas la que se detectaba frente a Plaza Caracol que se encuentra junto a los desagües de agua pluvial.
Por último, la bióloga hizo un llamado a la sociedad “es importante que se preserven los recursos naturales y una vez saliendo esta pandemia se registre un cambio de conciencia a nivel global para poder cambiar el futuro de nuestra tierra”.