Por Lino Sarmiento
*De Isla Contoy a Xcalak existen alrededor de 450 kilómetros de arrecifes coralinos, que en casi toda su extensión, está siendo dominado por macroalgas, sus competidores naturales.
Las macroalgas, alimentadas por las aguas residuales que llegan a la barrera arrecifal, han prevalecido en gran extensión de este ecosistema desplazando a los corales, señaló Lorenzo Álvarez Filip, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y experto en el tema.
“Hemos visto, desde los años 70, que la cobertura de coral ha disminuido, lo cualse relaciona con factores como el cambio climático, el desarrollo costero intensivo y la pesca, entre otros”, señaló.
Explicó que al morir los corales, los espacios son ocupados rápidamente por macroalgas, lo cual es un problema muy grave, porque los corales ya no pueden regresar al sitio.
“Las algas están predominando por dos factores: la baja población de erizos y los peces loro, que son los que se las comen. Los primeros han desaparecido por enfermedad y los peces por la pesca.Sin embargo, la aportación de nutrientes humanos a través de las aguas residuales, contribuyen a que aumente la población de macroalgas y dejen sin espacio para que los corales vuelvan a crecer.
Recomendó reducir el aporte de nutrientes de origen antropogénico, como aguas residuales y fertilizantes, que llegan al mar a través del acuífero maya, y restablecer las poblaciones de herbívoros -clave en los arrecifes- como los peces loro.
Durante las últimas cuatro décadas, los arrecifes de coral en el Caribe Mexicano han sido impactados por eventos de blanqueamiento, enfermedades, huracanes, incremento de temperatura, efectos de la industria del turismo (construcción de muelles, carreteras, hoteles y desarrollo de actividades recreativas), sumado a otras amenazas como especies invasoras y exceso de sargazo, lo que ha disminuido su capacidad de recuperación.