El destino de miles de pobladores a lo largo de la cuenca de la Laguna de Bacalar está siendo decidido por un“ambientalismo neoliberal” que deja de lado lo “biocultural” y desplaza la participación de los ejidos y comunidades históricas, señaló la investigadora independiente María Luisa Villarreal.
La investigadora explicó que el pasado 15 de julio se realizó un “webinar” con el secretario de la Semarnat, Víctor Toledo, que sirvió para decretar el Día de los Estromatolitos y declarar a la Laguna de Bacalar como hábitat crítico, contando con la participación de los “aliados para la conservación de los estromatolitos de Bacalar y ahora de México”.
Estuvo organizada por Selva y Laguna de Bacalar AC (Selba, AC), una organización presidida por el doctor Gustavo Rodríguez Elizarrás, que se financia con recursos internacionales del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (Fmam), implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“Estamos ante una organización decidiendo el destino de toda una cuenca, de miles de personas para justificar el recurso obtenido por un fondo internacional. ¿Es o no ambientalismo neoliberal?; qué apuestan a que el día de mañana el secretario de la Semarnat hace esa declaratoria y le rompe la crisma a las poblaciones de la cuenca de Bacalar. No importa lo que digan y que le sigan repitiendo a la gente de la comunidad que no va a haber un ANP, ellos ya se pusieron de acuerdo al más puro estilo del ambientalismo neoliberal”, advirtió María Luisa Villarreal.
Mencionó que los principales motivos que argumentan ambientalistas y autoridades es el impacto que el turismo ocasiona sobre los estromatolitos, estructuras primitivas que son “rocas vivas”, pero tras analizar la propuesta del Protur y Selba para aplicar el programa de gestión común para el uso turístico en la Laguna de Bacalar y el hábitat crítico para los estromatolitos, indicó, conforme a sus propuestas, que hay áreas donde se localizan estromatolitos que tienen permitido incluso la navegación, tours, snorkel y otras actividades, siguiendo las reglas de la Apiqroo y que ya se aplican a todo el sistema lagunar.
Por otro lado, dijo que hay zonas colindantes con la costa donde hay hoteles y restaurantes en las que habitan microbialitos y estromatolitos, pero que ni siquiera alcanzarían zonificación dentro de la propuesta.
“En cambio, el balneario ejidal ‘Mágico Bacalar’, propiedad del ejido Bacalar, quedaría con un frente de laguna restringido sólo con corralitos para estromatolitos, snorkel y nado. Este balneario es el más exitoso de la zona, el más antiguo, opera desde finales de la década de 1940, e involucra a las familias de los 165 ejidatarios, aproximadamente 3 mil personas, cuenta con el mayor número de embarcaciones para tours, restaurante y actividades, pero con el Protur quedaría en una zona restringida que va a colocarlo en desventaja competitiva contra los que son unidades turísticas funcionales y no tienen ninguna restricción en la propuesta”, indicó la investigadora.
“Esas y otras son las incongruencias que no se entienden con las propuestas del Protur y Selba. Quién les autorizó el derecho de decidir sobre la vida y el destino de miles de familias históricamente asentadas en la región y conocedoras de su entorno. El Protur y la propuesta de Selba en realidad se trata de la zonificación de un Área Natural Protegida con la excusa de construir un instrumento de política pública que es posible convertir en una disposición normativa”, concluyó.
Por Gabriel E. Manzanilla