Un problema que persiste y pone en riesgo a la población, son las deficiencias del Rastro Municipal de Chetumal. Tablajeros señalan que siguen recibiendo carne en mal estado que rápidamente se descompone. Ya que constantemente hay quejas que no se cumplen con las medidas sanitarias en el rastro.
Ahora nuevamente, tablajeros exponen que la carne que es maquilada en el rastro se pudre rápidamente y tiene mal olor, producto del mal manejo que recibe y por ello, desde la semana pasada buscan una audiencia con el secretario general o la presidenta municipal.
“La carne viene mala, el puerco maquilado en el rastro apesta”, señaló el tablajero Alberto Buenfil, quien manifiesta que es un tema que esperan poder dialogar con las nuevas autoridades, pues de lo contrario es un riesgo de salud para la población y de los propios locatarios de ser clausurados por las autoridades sanitarias.
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En febrero del presente año tablajeros del mercado Lázaro Cárdenas de Chetumal manifestaron frente al Palacio Municipal, cobros indebidos y pésimo servicio del rastro municipal, que les generaba pérdidas y ponían en riesgo la salud de la población.
Señalaron un total desaseo en el manejo del rastro y colocaron frente al Ayuntamiento de Othón P. Blanco carne podrida, producto de los procedimientos antihigiénicos en la matanza.
En ese entonces señalaron que, el agua donde colocan a los animales que matan está sucia, motivo por la cual se descompone rápidamente, y actualmente temen que esa sea la causa que están recibieron carne en mal estado.
El origen de la situación que enfrenta el rastro en la actualidad es resultado de la corrupción en la obra pública de la administración municipal (2016-2018), a cargo de Luis Torres Llanes, hoy titular de la Sedarpe.
Y es que en esta administración se ejercieron recursos por 30 millones para la reconversión del rastro ubicado en Huay-Pix, a rastro Tipo Inspección Federal (TIF); sin embargo, se presentaron anomalías y el gobierno municipal asignó mediante irregularidades la obra a dos empresas de la misma familia, violando normas de ejecución dela obra pública.
Además de esta grave irregularidad, las obras fueron modificadas del proyecto original y no se logró la reconversión a rastro TIF debido al mal manejo del gobierno municipal de los recursos obtenidos del Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco).
De tal manera, hoy en día existe un gran riesgo de salud para las familias de Quintana Roo, porque no se están realizando de manera correcta la matanza en el rastro por las anomalías de la administración anterior, la complicidad del gobierno anterior que encabezó Otoniel Segovia, que no procedió en contra y que lejos de ello ha dejado también decaer el servicio del rastro.
Como consecuencia se está realizando la matanza de puercos sin cumplir con las normas, y eso provoca pérdidas a los tablajeros de los mercados y un riesgo de salud pública, que consideran es encubierto por las autoridades estatales, porque el responsable que hoy el rastro municipal no sea TIF es el propio titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca, Luis Torres Llanes.
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CG