Aumentan casos de obesidad infantil y sobrepeso en Quintana Roo, derivado de la pandemia que impidió la realización de deportes y obligó al confinamiento, por lo que pasaron de 10 a casi 17 horas diarias acostados, según el reporte "Obesidad en la Niñez Mexicana, la otra Pandemia".
De acuerdo con los datos proporcionados, de 84 mil 12 menores de cero a 15 años con acumulación normal o excesiva de grasa en 2019, pasaron a ser aproximadamente 137 mil 643 infantes los que sufren esta condición, 53 mil menores más en casi dos años, lo que los pone en riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes e hipertensión a temprana edad.
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En la entidad, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) registra un total de 491 mil 472 infantes de entre 0 a 15 años de edad, de los cuales, según el reporte, 137 mil 643 presentan esta condición derivada principalmente por el confinamiento, que obligó a una pausa en las actividades físicas de los infantes, quienes dejaron de correr en los patios de la escuela, en la calle con sus amigos por las tardes o practicar actividades extracurriculares como algún deporte, baile o caminatas al aire libre con sus padres o mascotas.
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Aunado a ello, se incrementó la ingesta de productos altos en grasas saturadas, azúcares añadidos, bebidas azucaradas, botanas, dulces y postres como resultado de poco más de un año de mantenerse en casa debido a la pandemia, además del incremento de horas frente al televisor o algún dispositivo móvil.
El cambio de hábitos alimenticios tras más de año y medio de mantener un aislamiento social es normal; expresó la nutrióloga Perla Novelo, quien aseguró que ante el distanciamiento que fue resentido principalmente por las niñas, niños y adolescentes que se pasan todo el día en casa, es ahora parte de su rutina acudir al refrigerador o la alacena a buscar algún aperitivo para degustar mientras pasan las horas frente a dispositivos móviles o al televisor, por lo que recomendó a los padres de familia comprar más frutas y verduras, así como menos alimentos procesados, comida rápida e instantánea, ya que este tipo de comida puede llegar a ser adictiva para los menores por su alto contenido de calorías.
Agregó que la obesidad, además de bajar la autoestima de las personas, tiene consecuencias, algunas veces irreversibles como la hipertensión, diabetes, así como enfermedades cardiovasculares, por lo que recomienda cambiar los hábitos alimenticios, ejercitarse por lo menos 20 minutos diarios e ingerir agua simple en lugar de bebidas azucaradas.
La obesidad puede convertirse además en un factor de riesgo muy alto en caso de adquirir alguna enfermedad, lo que vuelve a las personas como grupos de alto riesgo o vulnerables, ya que se eleva la probabilidad de complicaciones que evitan una pronta recuperación.
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CG