El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desconoce el destino de las osamentas encontradas, rescatadas y recolectadas en el Boulevard Bahía de Chetumal entre 1990 y 2005, por lo que no hay forma de determinar si está zona fue utilizada por la cultura maya para realizar entierros, según contestó la dependencia en una solicitud de información para conocer el avance de las investigaciones realizadas en esta zona de la capital de Quintana Roo y las cuales fueron hechas públicas hace unos meses por el chetumaleño Rubén Hernández Contreras.
En septiembre pasado, Hernández Contreras presentó varias fotografías de osamentas encontradas en 1995 en la zona conocida como “El Arenal”, en el Boulevard Bahía de Chetumal, lo que él piensa pudiera tratarse de algún tipo de entierro maya, y de las cuales tuvo conocimiento en su momento el INAH.
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A través de su delegada en Quintana Roo en ese entonces, Adriana Velázquez Morlet, pues en un oficio emitido el 17 de octubre de 1995, otorgó un permiso al propio chetumaleño para que realizara la toma de fotografías para documentar el hallazgo.
Sin embargo, al consultar al Instituto Nacional de Antropología e Historia, sobre los estudios hechos en aquel entonces a esta serie de esqueletos, la dependencia Federal informó que nunca se efectuó algún tipo de estudio o proyecto por el hallazgo del mismo.
Fue el Coordinador Nacional de Arqueología del INAH, Pedro Francisco Vázquez Nava, quien expuso en el oficio 401.12C.5-2021/1094 que después de una búsqueda en los archivos de la dependencia no hay ningún proyecto, informe o trabajo ejecutado en el Boulevard Bahía de Chetumal, es decir, que de 1990 a 2005, la Delegación del INAH en Quintana Roo no realizó ningún trabajo sobre los hallazgos, incluso, de aquellos fueron descubiertos durante la construcción de la carretera que comunica a la capital del estado con el poblado de Calderitas.
Debido a esto es imposible conocer si todas las osamentas encontradas en el Boulevard Bahía de Chetumal entre 1990 y 2005 corresponden a los primeros pobladores de Payo Obispo, algún pueblo Maya o, incluso, si provenían de Belice, pues la dependencia omitió realizar cualquier tipo de levantamiento de registro. Además, se desconoce el destino de éstas.
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CG