Con el acelerado crecimiento de la isla de Holbox y los permisos de construcción que se otorgan sin mayor control, la vida útil del drenaje sanitario se ha reducido considerablemente y urge ya pensar en la gestión de recursos para una ampliación del sitio de tratamiento de aguas negras y la red de distribución, consideraron autoridades de la isla, municipales y prestadores de servicios del lugar.
Actualmente la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) tiene poco más de mil usuarios en la isla, de los cuales 400 están conectados al sistema de drenaje, el resto no lo ha hecho porque lo consideran costoso, ya que se refleja en 30 por ciento más en sus recibos de consumo mensual.
El sistema de drenaje abarca desde la Zona Hotelera de Holbox hasta poco después de la Escuela Primaria, cerca de un kilómetro de la isla y está considerado para una población fija de 3 mil personas y una población flotante de 3 mil personas más que llegan en las temporadas vacacionales, sin embargo hay ocasiones en que la isla reporta un ingreso diario de hasta 8 mil vacacionistas.
En 2016 la isla estuvo al borde de un colapso a causa del rebosamiento de aguas negras por la saturación de la red de drenaje sanitario y lo obsoleto de la planta de tratamiento de aguas negras, lo que ocasionaba que cada temporada de lluvia el drenaje y las fosas sépticas desbordaran.
Turistas y habitantes caminaban entre aguas con heces fecales, debido a que la red de drenaje, que estaba pensada para atender a cerca de 800 personas, había sido superada en gran medida por la construcción de hoteles que dispararon el crecimiento del destino turístico, cuyos servicios quedaron rezagados.
En 2017, para remediar el problema, las autoridades estatales realizaron una millonaria inversión, en dos etapas. La primera para remplazar las tuberías de drenaje sanitario, ampliar la planta de tratamiento de aguas negras y 60 por ciento de los recolectores que estaba obsoletos. La segunda fue para el reemplazo del resto de los recolectores.
Según información de la CAPA, la modernización de la red de drenaje sanitario de Holbox se estimó que tendría una vida útil de más de 10 años. Sin embargo, múltiples factores, como el acelerado crecimiento de la isla con nuevas construcciones, la falta de cuidado del drenaje y las tomas clandestinas, han mermado el tiempo de vida y las autoridades municipales y de la isla consideran que en tres años resurgirá el problema de rebosamiento de los drenajes.
El drenaje sanitario presenta varios problemas y amenazas, las principales son las conexiones clandestinas que se han detectado. En algunos casos, las personas se delatan, cuando acuden a la CAPA a exigir la limpieza de sus tomas y es ahí cuando la dependencia se percata que han utilizado los servicios de un plomero para conectarse sin pagar.
También la falta de las llamadas “trampas para grasa”, de establecimientos dedicados a la venta de comidas, provocan la obstrucción de las líneas de drenaje y con ello el rebasamiento de las mismas, de tal forma que se tiene que realizar la limpieza de los recolectores y en el peor de los casos, la abertura de las calles para remplazar metros de tubería obstruidos, un gasto fuerte que no se cobra a los usuarios.
En este caso, de un aproximado de 30 establecimientos ubicados en el centro de la isla, la mitad no cuenta con su trampa para grasa y vierten sus desperdicios en la red, provocando la obstrucción de las líneas y, a pesar de los llamados de las autoridades, continúan negándose a agregar esa infraestructura.
Las autoridades han sido muy flexibles en la aplicación de sanciones a estos establecimientos, más en esta pandemia, que ha afectado a todos los sectores, razón por la cual no se puede pedir más a los contribuyentes y usuarios.
A estos problemas se suman las lluvias y las crecientes del mar y la laguna, que inundan las calles y provocan el rebosamiento de sumideros, lo que afecta severamente las líneas del drenaje sanitario.
Esto se debe a que hay usuarios que en lugar de de conectar sus baños a la línea de drenaje, donde se filtran las aguas negras, conectan directamente sus fosas sépticas al drenaje, de modo que al llenarse de agua en estas temporadas de lluvias, toda esa agua termina en la planta de tratamiento de aguas negras.
Los equipos de filtración y captación ya no tienen el descanso estimado entre descargas del baño, sino que por las lluvias, trabajan las 24 horas y se llenan no sólo de heces fecales, sino en ocasiones hasta de basura.
Todas estas situaciones, según las autoridades, reducen en gran medida la vida útil del drenaje y debe ya pensarse en la gestión de recursos para una ampliación de la planta de tratamiento de aguas negras y de la red de drenaje de forma anticipada, ya que podría reducirse aun más con la descontrolada entrega de permisos para construcción de más centros de hospedaje, lo que en poco tiempo ocasionará el rezago y de nuevo la isla estará al borde del colapso.
CG