La violencia, en sus distintas manifestaciones, ha escalado en Puerto Morelos, a pesar de que es el municipio más joven de Quintana Roo, con tan sólo cinco años de existencia.
De enero de 2016 a abril de 2021, en Puerto Morelos se han incrementado los homicidios, las lesiones, los abusos sexuales, las amenazas y los robos, de acuerdo con datos publicados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Puerto Morelos colinda con otro de los municipios más violentos de Quintana Roo, Benito Juárez, en donde se localiza la ciudad turística de Cancún.
El municipio ha sido gobernado por dos Presidentes Municipales: el priista Leonel Medina Mendoza, de 2015 a 2016, y la coahuilense del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Laura Fernández Piña, dos veces alcaldesa, en 2016 a 2018 y en su reelección de 2018 a 2021, quien recientemente fue electa Diputada federal.
De 2017 a 2019, la violencia se disparó en el municipio y aunque la incidencia delictiva se redujo en 2020, aún está lejos de las cifras registradas en 2016, el año en que nació Puerto Morelos.
2017, se dispara la violencia
Al segundo año de creación, Puerto Morelos vivió una escalada de violencia que se prolongó: los homicidios se duplicaron, los abusos sexuales crecieron seis veces más, las violaciones se triplicaron, los robos a casa se duplicaron y a negocios aumentaron seis veces.
No fueron tiempos pacíficos para los portomorelenses durante el gobierno de Fernández Piña.
De acuerdo con datos del SESNSP, los asesinatos se duplicaron de 2016 a 2017, al pasar de nueve a 21. En tanto, las lesiones crecieron de 26 reportes a 44 en el mismo periodo.
En 2016 se registró una denuncia por abuso sexual, pero al año siguiente la cifra aumentó a siete. La violación también mostró un crecimiento al pasar de un caso a tres.
La violencia familiar es otro de los grandes problemas que afecta a los habitantes, debido a que las denuncias se triplicaron en tan sólo un año. En 2016 hubo 12 casos de agresiones domésticas, sin embargo, al año siguiente aumentaron a 40 incidentes.
Los robos, en cualquiera de sus modalidades, se dispararon en 2017.
Según datos del SESNSP, el saqueo de casas es el delito con más reportes en el municipio. En 2016 se registraron 30 hurtos a hogares, mientras que en 2017, se dispararon a 73.
En tanto, el robo de transeúntes pasó de cuatro a siete; el de negocios, de tres a 21 y el de vehículos de un caso a seis, de 2016 a 2017.
Los despojos pasaron de cero denuncias a 17, en solo un año.
2020, ligero descenso
En el penúltimo año de gobierno de la Alcaldesa Fernández Piña, los índices delictivos mostraron un ligero descenso, en comparación con el periodo de 2017 a 2019 cuando repuntaron los delitos, sin embargo, aún está lejos de las cifras registradas en 2016.
A pesar de que los índices delictivos cayeron en 2020, se registró el primer feminicidio en Puerto Morelos.
La encontraron degollada. Su cuerpo estaba tirado en el tramo carretero que conecta a Cancún con Leona Vicario, en Puerto Morelos.
La hallaron días después de que le arrebataran la vida; estaba en estado de putrefacción y con las huellas que deja la crueldad. Así describieron los medios de comunicación el asesinato de una mujer en 2020.
Los asesinatos disminuyeron en un 50 por ciento, al pasar de 30 homicidios en 2018, el año con el mayor registro, a 15 casos en 2020, de acuerdo con el SESNSP.
El delito de lesiones, que durante años tuvo una tendencia al alza, mostró un ligero descenso, al pasar de 63 casos a 58, de 2019 a 2020.
Los robos a casa, negocios, peatones y vehículos también mostraron una ligera caída el año pasado.
En el caso de los saqueos a los hogares, que es el delito que más afectaba a los habitantes de Puerto Morelos, se observó un descenso. En 2019 se reportaron 91 casos, mientras que en 2020 se recibieron 41 denuncias.
También se observó una caída en los robos a los peatones. En 2019 hubo 36 víctimas, mientras que al año siguiente se reportaron 23.
También los robos de vehículos y de negocios mostraron una tendencia en descenso.
Sin embargo, los delitos relacionados con la sexualidad y violencia familiar no tuvieron un comportamiento a la baja como el resto, sino que, al contrario, se dispararon.
El abuso, acoso y hostigamiento sexual se incrementaron al pasar de tres denuncias a 10, de 2019 a 2020.
También la violación se incrementó: de cero casos en 2019 se reportaron seis al año siguiente.
Los casos de violencia familiar casi se duplicaron. En 2019 hubo 37 reportes de violencia en el interior de los hogares y al año siguiente, se incrementaron a 63.
Las amenazas son un delito que durante los cinco años de vida del joven municipio ha mostrado un ascenso continúo. En 2016 se registraron seis amenazas, mientras que en 2020 aumentaron a 29 casos.
CG