Sólo 44 por ciento de los espacios del mercado artesanal “La Pulga” está ocupado, pues las ventas no mejoran debido a la poca afluencia turística y al abandono del inmueble, al cual según los locatarios no le han dado mantenimiento desde su edificación, hace tres décadas.
Encargadas de los comercios señalan que sólo los fines de semana es cuando repunta levemente la demanda de productos.
Expresaron que desde hace tiempo han solicitado que rehabiliten el lugar, pero las autoridades en turno ignoran sus peticiones. “Cuando vienen los políticos en campaña les pedimos que reconstruyan el inmueble y que señalicen el primer cuadro del Centro Histórico para facilitar la llegada de paseantes”, dijo María Catalán.
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Comentó que el mercado lo construyeron en 1993, con espacios de cinco metros cuadrados por cada local.
Un ambulante sugirió que esos “diminutos locales” podrían servir para reubicar a más de 40 vendedores informales que expulsaron del malecón Rueda Medina por la presión de socios de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) cuando se movilizaron para pedir fin a la competencia desleal.
Muchos de los locales de “La Pulga” los fusionaron y ahora sólo son 25 los espacios, pero sólo están ocupados 11.
Manuela Castro, una joven comerciante, dijo que siempre han estado en desventaja en este lugar, porque casi no llegan los visitantes debido a su ubicación, en la confluencia de las vialidades Matamoros y Carlos Lazo.
Expresó que a los candidatos de la pasada elección les solicitaron la reconstrucción del inmueble, señalización, publicidad y que se acabe la competencia desleal; incluso piden cancelar una docena de permisos que dieron a los ambulantes en el malecón el año pasado.
Además, comentó que los locales no reúnen las condiciones de seguridad, porque las láminas de acero que servían de muro ya se vencieron y eso facilita la entrada de delincuentes y a varios vendedores ya les han robado mercancías; ante ello, piden a la policía que hagan más rondines.
JCL