Las 21 granjas porcícolas campestres que se tienen en los municipios de Bacalar, Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos, en el centro y sur del Estado, y en Lázaro Cárdenas en la región norte, son un foco de contaminación al subsuelo y deforestación del medio ambiente, además de que trabajan de manera irregular, con el consentimiento de las autoridades de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa).
El exsubsecretario de Ganadería en el Gobierno del Estado, y actual presidente de la Asociación 'Amigos de la Laguna de Xul-Ha y Bacalar', Héctor Peña Fuentes, señaló que las granjas del sur de Quintana Roo son rústicas, pero deben contar con una laguna de oxidación; sin embargo, las autoridades agropecuarias y los propios productores son los únicos que saben si cumplen o no con las normas.
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De acuerdo con los estudios realizados por organizaciones no gubernamentales en el 2020, en la Península de Yucatán existen 257 granjas porcinas, la mayoría de estos proyectos —86 por ciento— se encuentran en el Estado de Yucatán; es decir 222; en Quintana Roo hay 21 y en Campeche 14.
Peña Fuentes señaló que, si bien, la actividad porcícola en Quintana Roo se da en menor magnitud comparada con la del Estado de Yucatán, en los últimos años ha tenido un importante auge e incrementado la instalación de granjas en las localidades de Mayabalam y Salamanca, sin una distribución adecuada de su infraestructura respecto a esquemas territoriales de gestión ambiental, lo que hace explícita la incompatibilidad de la actividad y las contribuciones a la naturaleza que ofrecen las selvas.
El exsubsecretario de Ganadería Estatal señaló que, en el sur de Quintana Roo, las granjas se encuentran en los campamentos menonitas y en el excampamento de refugiados guatemaltecos de Mayabalam; sin embargo, la entrada es restringida por seguridad y para que no salgan a la luz pública las condiciones en las que operan.
Destacó que no se comparan en nada con las del vecino Estado de Yucatán y se presiona para que no se instalen otras en el municipio de Bacalar, porque en estos momentos se trabaja para evitar la contaminación de la Laguna de Bacalar.
El 3 de noviembre de 2019 se dieron a conocer las condiciones en las que opera la granja de Mayabalam, cuando en un pleito entre los mismos pobladores quemaron los corrales con 67 puercos, los cuales estaban elaborados con maderas de la región, pisos de concreto y láminas de cartón.
Asimismo, afirmó que en el municipio de Othón P. Blanco hace 20 años se tuvieron granjas porcícolas en el ejido de Carlos A. Madrazo, pero fueron clausuradas y los productores se dedicaron a la producción de caña de azúcar.
Por otra parte, Peña Fuentes afirmó que ha seguido de cerca el caso de la contaminación de los cenotes en Yucatán debido a las granjas porcícolas, por lo que es algo lamentable; por eso se trabaja en el sur de Quintana Roo para evitar la contaminación del manto freático en la Laguna de Bacalar y Xul-Ha.
En el sur de Quintana Roo, los menonitas son los que tienen criaderos de cerdos, pero cumplen con las normas de tener una laguna de oxidación para reducir la contaminación y las autoridades competentes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y Secretaría de Desarrollo Agropecuario Rural y Pesca (Sedarpe) son las encargadas de vigilar que se cumplan.
Expresó que en el Estado de Yucatán, las granjas son enormes y la empresa Kekén las tiene por todo el territorio, pero el problema es la contaminación de los cenotes subterráneos.
Destacó que precisamente esa empresa nació en Puerto Morelos, Quintana Roo, entre los años 1982 y 1983, pero se fue a Yucatán por las mejores condiciones para su desarrollo, la idea era que el grano llegue vía Puerto Morelos en barco, y al no consolidarse como puerto, obviamente se van a Yucatán porque se alimentan de grano vía Progreso y con las vías del ferrocarril facilitan su transporte y proceso.
El presidente de la Asociación Amigos de la Laguna de Xul-Ha y Bacalar, Héctor Peña Fuentes, manifestó que no están en contra de la producción porcina que se realiza en los campamentos menonitas y Mayabalam, pero exigen que cumplan con las normas para no contaminar la Laguna de Bacalar.
La mayor producción de ganado porcino se ubica en los municipios de Felipe Carrillo Puerto, Bacalar, José María Morelos y Lázaro Cárdenas, los cuales, en el año 2018 aportaron más de mil toneladas de cabezas en pie; estos municipios también se caracterizan por ser de los primeros 5 con mayores tasas de deforestación.
Sin embargo, en los primeros 5 meses del 2021 la producción, de acuerdo con el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), es de mil 572 toneladas. 301 toneladas en el mes de enero, 300 en febrero, 294 en marzo, 382 en abril y 295 en mayo.
CG