A Jade Ivone Matu Pérez la quemó su expareja. Sólo la muerte pudo detener el dolor que tuvo que padecer durante cinco días. A pesar de la crueldad con la que fue asesinada, las autoridades locales se abstuvieron de iniciar una investigación por feminicidio en el municipio de José María Morelos.
El crimen contra Jade, una mesera de 44 años de edad y quien dejó en la orfandad a un hijo de 15, se convirtió en el primero de los 12 actos de atrocidad que la organización civil Causa en Común reportó en la entidad También fue el primer feminicidio de 2021 en Quintana Roo, y el primero en la historia de José María Morelos, que hasta el 5 de enero pasado se había mantenido al margen de la estadística fatal por violencia de género.
Éste es apenas el inicio de un crudo recuento, captado en el informe “Galería del horror: atrocidades registradas en medios periodísticos de enero a junio de 2021”, publicado por Causa en Común a la par de las actualizaciones mensuales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
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De este reporte se desprende que, de los 14 feminicidios que se denunciaron de enero a junio de este año en Quintana Roo, 12 -o 85 por ciento- se cometieron bajo condiciones de extrema crueldad, en medio de una ola feminicida creciente en la entidad gobernada por Carlos Joaquín González que, además, tiene a Cancún entre los cinco distritos con más asesinatos de mujeres en el país, junto a Ciudad Juárez, históricamente conocido por su nivel de violencia en contra de ellas.
Estos 12 feminicidios agravados por la saña con la que se perpetraron, representan un promedio de dos atrocidades contra mujeres cada mes y ocurrieron en seis de los 11 municipios quintanarroenses: José María Morelos (uno), Felipe Carrillo Puerto (dos), Benito Juárez (cinco), Tulum (uno), Isla Mujeres (uno) y Lázaro Cárdenas (dos), una combinación territorial que da cuenta de que la violencia de género está presente tanto en los entornos urbanos como en el espacio rural.
A la historia de Jade se suma la de “Reyna”, de 27 años de edad. Tenía siete meses de embarazo cuando su esposo la encontró bañada en un charco de sangre, sin vida, herida por varias puñaladas. Los hechos se reportaron el 28 de enero en el fraccionamiento Villas del Mar de Cancún; un foco rojo de criminalidad en este polo turístico.
Apenas dos días después, una nueva atrocidad: el 30 de enero, cuando una inmigrante hondureña fue ejecutada en El Crucero, de Cancún. Informes oficiales apuntan que iba acompañada de un niño cuando sicarios la interceptaron y le dispararon en varias ocasiones.
La víctima vendía flores en la zona; su cuerpo quedó tendido sobre el pavimento con un ramo en la mano. El niño sobrevivió.
En vísperas del Día Internacional de la Mujer, el 7 de marzo de 2021, una llamada anónima al 911 alertó del hallazgo del cuerpo decapitado de una mujer en un terreno baldío a seis kilómetros de la cabecera municipal de Tulum; la espalda del cadáver tenía clavado un mensaje, presuntamente de la delincuencia organizada.
Causa en Común también consignó el asesinato de Flor de María Ballina Sánchez, precandidata suplente a la Presidencia Municipal de Isla Mujeres, el 11 de marzo; la militante del partido Redes Sociales Progresistas (RSP) fue víctima de un ataque armado en un restaurante.
Brutalidad policial
En la cronología de atrocidades destacan los dos casos de feminicidio a causa del abuso de poder de elementos de Seguridad Pública contra dos mujeres que, además, saltaron a los titulares de la prensa internacional: Victoria Salazar (28 de marzo) y Karla M. (29 de marzo).
El primero, en Tulum, la ciudad que Victoria adoptó como hogar para ella y sus dos hijas, después de huir de las pandillas de El Salvador, donde nació. Esta mujer, de 36 años, con estatus de refugiada en Quintana Roo, fue sometida por un policía quien le puso la rodilla en su cuello hasta que murió, ante la mirada de otros tres uniformados.
El segundo, en la isla de Holbox, otro icónico destino turístico del Caribe Mexicano, donde el cuerpo de Karla, de 35 años, fue hallado sin vida, con signos de violencia extrema, al lado de un carrito de golf que manejó por 10 años como taxista. Su muerte, como en el caso de Jade, también significó el primer feminicidio en la historia de la isla, que forma parte del municipio de Lázaro Cárdenas.
Violaciones y más asesinatos
Nueve días después, en Felipe Carrillo Puerto, vecinos de la comunidad de Yoactún denunciaron a un hombre que infrigió violencia sexual contra una adulta mayor de 90 años. La madrugada del 8 de abril, vecinos oyeron los gritos de la víctima y acudieron en su auxilio. Una de las personas que se dio cuenta de la agresión tomó un machete e hirió de gravedad al sujeto, quien fue arrestado por la Policía Quintana Roo.
El domingo 18 de abril, un vecino del fraccionamiento Paseos del Mar, en Cancún, llamó a los servicios de emergencia para denunciar que la mujer que vivía cerca de su departamento estaba muerta en el baño de su casa. La víctima tenía un balazo en cabeza.
También en Cancún, en la Supermanzana 249, una niña de 14 años fue asesinada el 24 de abril por hombres armados que le dispararon a ella y a su hermano, de 17, cuando caminaban cerca del parque de esa colonia.
Y, 24 horas después, el 25 de abril, policías encontraron el cadáver de otra mujer en la colonia irregular El Milagro en Cancún, lesionada con un arma blanca. Su esposo fue señalado como el principal sospechoso.
Si bien éste fue el último crimen atroz contra mujeres registrado en Quintana Roo durante el primer semestre de 2021, según Causa en Común, también se destaca el feminicidio de Yuridiana, cuyo cuerpo fue hallado por leñadores el pasado 12 de junio en una zona de selva de la comunidad de Buenavista.
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Para Causa en Común, se considera “atrocidad” el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo; para causar la muerte de un alto número de personas; para causar la muerte de personas vulnerables o de interés político, y/o para provocar terror.
CG