Un nuevo incendio se registró en el basurero municipal, situación que ya es recurrente en el sitio de disposición final de Chetumal, al no cumplir el Ayuntamiento de Othón P. Blanco con las acciones ordenadas por las autoridades ambientales.
A pesar de que la Procuraduría de Protección Ambiental (PPA) instruyó diversas medidas a la comuna, el gobierno de Otoniel Segovia concluirá sin haber dado atención a esta problemática.
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Y es que, precisamente una de las acciones que ordenó la PPA ante los recurrentes incendios, es que no ingrese gente externa al sitio de disposición final, y el gobierno capitalino sólo implementó una bitácora, pero no construyó una infraestructura que garantice que no entren personas ajenas.
Cabe mencionar que en 2018 el gobierno municipal se hizo acreedor a una multa por alrededor de tres millones de pesos por el manejo irregular del basurero de Chetumal y la PPA instó al Ayuntamiento a realizar diversas acciones con el propósito de frenar la degradación de los recursos naturales.
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La Procuraduría Ambiental detectó irregularidades que contravienen la norma oficial mexicana NOM-083-SEMARNAT-2003.
El sentido del procedimiento administrativo ambiental fue enfocado en la sensibilización del Gobierno de Othón P. Blanco, al transmitirle el grado de contaminación y degradación del ambiente, lo que podría causar una mala disposición de residuos sólidos urbanos.
Lo anterior, porque la degradación ocasionada por la basura arrojada sin control alguno va en aumento, ya que cada vez es más común observar sitios de disposición final a cielo abierto o basura amontonada en cualquier lugar.
Otra preocupación de la Procuraduría de Protección al Ambiente fue la contaminación de las aguas, tanto superficiales como subterráneas, por el vertimiento del líquido percolado (lixiviados), producto de la descomposición de los residuos sólidos en los sitios de disposición final no controlados o tiraderos a cielo abierto.
Las fuentes contaminadas implican consecuencias para la salud pública cuando no se tratan debidamente, así como grandes gastos de potabilización.
Además, los residuos sólidos mal dispuestos en los sitios de disposición final deterioran la calidad del aire que respiramos., ya que el polvo que levanta el viento en los periodos secos puede transportar microorganismos nocivos a otros lugares, los cuales producen infecciones respiratorias e irritaciones nasales y en los ojos a las personas expuestas, además de las molestias que generan los olores desagradables.
No obstante, el gobierno municipal no ha tomado con seriedad este tema, y ahora no sólo se generan más incendios, sino que la Procuraduría Ambiental podría aplicar una multa mayor por el incumplimiento y reincidencia.
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CG