Bacalar y Othón P. Blanco concentran el 89.6 por ciento de las hectáreas de selva que fueron transformadas en campos para el cultivo y el ganado, según el informe“Análisis de los procesos de Deforestación en Quintana Roo, publicado por la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
De acuerdo con este informe, Salamanca, Caobas y Laguna Om, ubicados en estos municipios, destacaron como las comunidades más deforestadas del Caribe Mexicano, de 2011 a 2018.
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En esos siete años, en las tres comunidades fueron deforestadas 10 mil 733 hectáreas de selva que fueron transformadas para realizar actividades económicas primarias, principalmente agricultura y ganadería.
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“En Bacalar, entre 2011 al 2018 se han perdido 24 mil 535 hectáreas de selva. Las áreas deforestadas se concentran en los núcleos agrarios de Río Verde, Miguel Alemán, El Bajío, El Cafetal y Nuevo Tabasco”, precisa el informe.
Tan sólo en el núcleo agrario de Salamanca se han perdido cinco mil 50 hectáreas de selva, por lo que es la localidad con la mayor superficie perdida en el Caribe Mexicano. La superficie fue destinada a la producción agrícola.
En el caso de El Bajío y Nuevo Tabasco, las hectáreas transformadas se destinaron a agricultura; mientras que en Miguel Alemán y Río Verde a actividades ganaderas.
En tanto, en Othón P. Blanco se han perdido 24 mil 452 hectáreas de superficie de selva debido a la realización de actividades agrícolas y pecuarias, de 2011 a 2018.
“Las áreas deforestadas en Othón P. Blanco se concentran en los núcleos agrarios de Caobas, Laguna Om, Ramonal Río Hondo, Guadalajara y Sacxán”, detalla Conafor.
En Caobas se transformarondos2 mil 941 hectáreas, el 93 por ciento de la superficie fue usada en actividades relacionadas con la ganadería; el cinco por ciento a la agricultura y el uno por ciento restante al uso urbano.
En tanto, en el núcleo agrario Laguna Om se perdieron dos mil 742 hectáreas, de las cuales el 94 por ciento fue destinado a la producción de la ganadería y el seis por ciento restante a la agricultura.
En las comunidades de Sacxán y Ramonal, la superficie en la que antes había selva ahora se observa la producción de agricultura; mientras que en el núcleo agrario de Guadalajara hay ganadería.
Situación en el resto de Quintana Roo
En la costa del Caribe Mexicano, en Benito Juárez, se han perdido cuatro mil 27 hectáreas de selva, para dar paso a complejos turísticos e inmobiliarios.
“En los municipios de Felipe Carrillo Puerto y Lázaro Cárdenas, la deforestación en las selvas ha dado paso principalmente a las actividades agropecuarias”, indica el informe.
En el caso de Tepich, municipio de Felipe Carrillo Puerto, se perdieron mil 636, de las cuales mil 557 se destinaron a producir productos agrícolas.
En Lázaro Cárdenas, en el núcleo agrario de Kantunilkín se transformaron mil 602 hectáreas de selva para producir productos agrícolas y ganaderos.
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En tanto, en Benito Juárez, la mayor parte de la superficie de selva se perdió en el núcleo agrario de Alfredo V. Bonfil y alrededores. En esta zona se transformaron mil 630 hectáreas para el uso urbano de la superficie.
CG