En siete años, Benito Juárez, el municipio más poblado de Quintana Roo perdió 5 mil 657 hectáreas de selva debido a las actividades agropecuarias y al crecimiento de la construcción inmobiliaria, refiere el ‘Análisis de los Procesos de Deforestación en Quintana Roo’, realizado por la Comisión Nacional de Forestal (Conafor).
De 2011 a 2018, en este polo turístico se derribaron 4 mil 27 hectáreas de selva para dar paso a complejos turísticos e inmobiliarios, que se imponen como parte del paisaje habitual de Cancún.
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Deforestación de la selva de Othón P. Blanco, equivale al tamaño de Mérida, Yucatán
El ecosistema selvático no sólo es depredado por el crecimiento de la mancha urbana, sino también fue arrasado por la producción agrícola. Particularmente en el ejido Alfredo V. Bonfil y alrededores, se transformaron mil 630 hectáreas para dar paso al núcleo agrario.
De acuerdo con el análisis de la Conafor, Salamanca, en Bacalar, así como Caoba y Laguna Om, en Othón P. Blanco, son los núcleos agrarios con la mayor superficie deforestada en el Caribe Mexicano.
En estas tres comunidades fueron derribadas 10 mil 733 hectáreas de selva que fueron transformadas para actividades económicas primarias, principalmente, agricultura y ganadería.
“A lo largo de 2011 al 2018 perdieron 24 mil 535 hectáreas. Las áreas deforestadas en Bacalar se concentran en los núcleos agrarios de Río Verde, Miguel Alemán, El Bajío, El Cafetal y Nuevo Tabasco”, precisa el informe.
Tan solo en el núcleo agrario de Salamanca perdieron 5 mil 50 hectáreas, por lo que es la localidad con la mayor superficie perdida en el Caribe Mexicano. El área fue destinada a la producción agrícola.
En el caso de El Bajío y Nuevo Tabasco, las hectáreas transformadas fueron destinadas a la agricultura, mientras que en Miguel Alemán y Río Verde son para actividades ganaderas.
En tanto, en Othón P. Blanco se han perdido 24 mil 452 hectáreas de superficie de selva debido a las actividades agrícolas y pecuarias, de 2011 a 2018.
“Lasáreas deforestadas en Othón P. Blanco se concentran en los núcleos agrarios de Caoba, Laguna Om, Ramonal Río Hondo, Guadalajara y Sacxán”, detalla el informe.
En el núcleo agrario Caoba se transformaron 2 mil 941 hectáreas, que 93 por ciento de la superficie fue usada para la ganadería; 5 por ciento a la agricultura; y el uno por ciento restante al uso urbano.
En tanto, en la Laguna Om se perdieron 2 mil 742 hectáreas, de las cuales 94 por ciento fueron destinadas a la producción de la ganadería y 6 por ciento restante a la agricultura.
En las comunidades de Sacxan y Ramonal Río Hondo, la superficie en la que antes había selva ahora se observa la producción de agricultura; mientras que en el núcleo agrario de Guadalajara hay ganadería.
“En los municipios de Felipe Carrillo Puerto y Lázaro Cárdenas, la deforestación en las selvas ha dado paso principalmente a las actividades agropecuarias”, indica el informe.
En el caso de Tepich, en Felipe Carrillo Puerto, se perdieron mil 636, de las cuales mil 557 se destinaron a producir productos agrícolas.
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En Lázaro Cárdenas, el núcleo agrario Kantunilkin, se transformaron mil 602 hectáreas de selva para producir productos agrícolas y ganaderos.
El informe de Conafor alerta que en Quintana Roo hay un fuerte proceso de deforestación que pone en riesgo a la biodiversidad de los ecosistemas.
CG