Después del paso del Huracán Grace se registró una mortandad masiva de corales en el arrecife Ixlaché. La causa podría ser la llegada de agua contaminada de la laguna Chacmuchuch, que fue arrastrada por la inusual corriente marina de Norte a Sur que provocó el meteoro y que acarreó muchas algas y sedimentos, manifestó María del Carmen García Rivas, Directora del Parque Nacional de Isla Contoy y responsable de la siembra de corales en los últimos tres años.
“Esto ocurre cuando hay mucha actividad en desarrollos de Isla Blanca e Isla Mujeres”, indicó en un informe presentado a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
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La funcionaria aseguró que este lunes, especialistas, expertos e investigadores evaluarán el caso que, afortunadamente, se registró en un sólo punto, pues los corales de El Farito y Sac-bajo, en la Costa Occidental de Isla Mujeres están en perfecto estado.
Tapete de algas y sedimentos
De acuerdo con la entrevistada, entre el 1 y 10 el de septiembre se registró una surgencia en la zona, es decir, las aguas profundas emergieron hacia la superficie, arrastrando algún factor letal. “Esto, es un llamado más de la naturaleza, urge que cambiemos nuestro comportamiento”.
Lamentó que los grandes esfuerzos de la siembra de miles de corales se han perdido; sin embargo, los colaboradores ya confirmaron que no bajarán la guardia en el plan de repoblamiento.
La destrucción
En el informe García Rivas detalló la muerte del ecosistema. El 22 de agosto, tras el paso de Grace, los expertos revisaron el vivero de la estación de campo de los morros, el cual se encontró en buenas condiciones, al igual que los fragmentos sembrados. Debido a la escasa visibilidad, sólo pudo inspeccionarse éste.
Según la funcionaria, tras el meteoro, que generó mucha lluvia, pescadores y parqueros reportaron que la usual corriente marina de Sur a Norte se invirtió y circuló de Norte a Sur. Este fenómeno atípico pudo mover aguas contaminadas de la laguna Chacmuchuch, así como algas y sedimento que enfermó la población de corales.
El 3 de septiembre, la Dirección fue notificada de que las colonias sembradas en el arrecife Ixlache estaban blanqueadas. Por la falta de personal del Parque, así como las malas condiciones atmosféricas, la supervisión de la zona se realizó hasta el 18 de septiembre, encontrando mortandad en los fragmentos y colonias de corales acroporidos. Sobrevivieron las poblaciones de Porites, Agaricia y Cerebros y la ictiofauna estaba dentro de parámetros normales.
Además, se observó una gran sedimentación y crecimiento de “lama” en sustrato, esqueletos y organismos vivos (esponjas). En el fondo había mucha arena y rizomas de pasto marino.
Después de esta observación, colegas y personal turístico corroboraron que el resto de las poblaciones de Acroporidos en la ínsula se encontraban en buen estado, y determinaron que la mortandad era una situación local; por ello, los especialistas realizarán monitoreos para encontrar la causa de ésta.
El deterioro
García Rivas expuso que a nivel mundial los arrecifes de coral se han deteriorado. El Caribe registró en 2018 la enfermedad del síndrome blanco o pérdida rápida de tejido, la cual devastó masivamente poblaciones de corales.
Con el objetivo de restaurar los arrecifes, ese mismo año se desarrolló en Contoy una estrategia para recuperar y mantener la estructura del arrecife, así como su función en el ecosistema, bajo la asesoría y colaboración de la Dra. Claudia Paudilla S., del Centro Regional de Investigación Pesquera (CRIAP) en Puerto Morelos.
El programa consiste en la instalación de viveros de coral y reintroducción de colonias sanas en las estructuras naturales dejadas por la mortalidad de las poblaciones originales (siembra de fragmentos). Éste continúa desarrollándose.
Actualmente hay tres viveros, uno con capacidad para 250 fragmentos y dos de 50. Los dos primeros están instalados en el arrecife Ixlache; el otro de 50, se ubica frente a la estación de campo, junto a los morros.
En este programa se cultivaron y sembraron fragmentos y colonias de corales acroporidos, de las especies: Acropora palmata, Acropora cervicornis y Acropora prolifera. Dado el éxito del cultivo, se dejaron las colonias madres en el vivero, sembrando aproximadamente 6 mil 500 fragmentos derivados de ellas en un poco más de tres años, las cuales han resistido nortes, huracanes y tormentas.
La prevención
María del Carmen García Rivas manifestó que volverán a revisar el programa de restauración para saber qué otras especies sembrar. Además, para regular con más asertividad el arrecife, cuentan con suficientes boyas.
Externó que los prestadores de servicios cumplen con la regla a cabalidad; “sin embargo, si se tienen que tomar medidas más extremas, lo haremos. Estamos solicitando algunos proyectos externos para conocer la calidad del agua que circula en el lugar”, concluyó.
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JCL