Los precios del kilo de tortilla en la Península de Yucatán históricamente han sido más elevados que en el resto de la república; los indicadores prepandemia los posicionaban arriba del 20 por ciento del promedio nacional.
Los productores en la región, y a nivel nacional, piden al gobierno apoyo para acceder a “precios base” que los ayude a regular los precios del producto básico en los platillos mexicanos.
En entrevista para el diario Por Esto!, Rubén Montalvo Morales, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Producción de Masa y Tortilla, explica que “tradicionalmente el precio en la península, en los extremos del país, es más caro el precio de la tortilla por la distancia para movilizar las harinas y el tonelaje de maíz (…) un productor pequeño a mediano se puede gastar entre dos mil a tres mil pesos más por tonelada de maíz.
“El maíz más cercano para traslado es el de Campeche. Todos los centros de acopio y distribución están en las capitales del centro del país (…) esto no es solo para el maíz, traer una tonelada de papel o de cualquier suministro siempre cuesta dos mil pesos más”, explica.
Al inicio de la pandemia, “los empresarios estábamos descapitalizados” y los precios comenzaron a subir por “el acaparamiento de maíz, de harina, de casi todo lo necesario para producir masa y tortilla”. Según datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados, los precios en la Península son de los más altos, pero no los más caros, a finales de enero de 2022 el precio más alto registrado es en la ciudad de Hermosillo, Sonora, donde alcanzó los 25.50.
Pandemia y aumentos, “ahorcan” mesas mexicanas
El incremento a los precios del kilogramo de la tortilla es “gracias a los aumentos de los insumos básicos, están ahorcando el producto”. En enero de 1999, el gobierno de Ernesto Zedillo liberó el precio de este producto abriendo la puerta al consumo de maíz extranjero y concluyendo con subsidios federales para el traslado de la materia prima en los molinos.
Aunque el precio está liberado, los gobiernos anteriores jugaban “un doble papel” pues “controlaban el mercado con otras técnicas como multas y vigilancia de las autoridades comerciales”.
“Los precios a los insumos siguen subiendo el día primero de enero, la principal marca de harina de maíz, nos informó que iba a subir 800 pesos la tonelada. El primero de febrero va a subir otros 800 pesos más (…) La gente quedó acostumbrada al control de precios. Si un productor grande o mediano aumentaba los precios, se le iba encima Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), se le venía la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece). Subían todos los materiales, sobre todo la gasolina y el diesel”, argumenta.
Al inicio de la contingencia por Covid 19 los productores tenían “un desface con los márgenes de ganancia” y el anuncio de que la tonelada de harina de maíz subiría cada vez más.
“Los precios a los insumos siguen subiendo. El día primero de enero de 2022 la principal marca de harina de maíz nos informó que iba a subir 800 pesos la tonelada de su producto. El próximo primero de febrero va a subir otros 800 pesos más”.
En enero de 2018 Yucatán era el estado con el precio más alto. Llegaba a los 17 pesos y 33 centavos (20 por ciento más que el promedio nacional, que era de 14 pesos); cuatro años después el precio se eleva a los 22 pesos, seis por ciento más caro que la tasa nacional que es de 18 y 75.
Es decir, los márgenes de diferencia se han reducido en menos de cinco años.
“Los precios sí han subido. Antes era más notorio, pero ahora en casi todo el país el precio ronda los 20 pesos o ya los pasa (…) nosotros sabemos que este escenario afecta a quien menos tiene. Si alguien compraba un kilo, ahora va y compra 5 pesos. Quien más compra tortilla es quien menos salario percibe”, dice Rubén Montalvo.
Desde hace dos años, la Cámara ha sostenido reuniones y mesas de diálogo con autoridades federales “que no han tenido el resultado esperado”.
“No queremos subsidios, ni dinero que sea carga para el pueblo ni regalos a la industria. Lo que nosotros queremos es que el gobierno apoye para adquirir cantidades consolidadas de materia prima (…) pagadas al contado. Si 10 toneladas vamos a comprar, 10 toneladas se pagan al momento”.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Producción de Masa y Tortilla lamenta que de no atender el escenario los más afectados “serán los consumidores, porque nosotros aumentamos o quebramos”.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información.
CG