El ecosistema marino no se puede concebir sin la presencia de las tortugas. Son uno de los animales más conocidos de nuestro planeta, pero al mismo tiempo uno de los más vulnerables.
En los mares de México vive en siete de las ocho especies de quelonios que se conocen. La Tortuga Carey es una de ellas: residente habitual de las costas de la Península de Yucatán, tiene un caparazón atractivo como codiciado por los cazadores furtivos, Quiénes lo venden como artesanía o para productos farmacéuticos.
La pérdida de su hábitat, debido a la construcción de complejos turísticos, reduce el espacio para la anidación y el aumento de la temperatura de las aguas, asociado a la crisis climática, mata los arrecifes de coral en dónde se alimenta.
A pesar de los acuerdos internacionales para su protección, hay un camino por recorrer para la recuperación de las tortugas en los ecosistemas de la región.
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CG