Alrededor de 20 por ciento de la tenencia de la tierra ejidal en las tres Entidades de la Península de Yucatán pertenece a mujeres, de acuerdo con datos del Registro Nacional Agrario (RAN) de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
“En poblaciones rurales de México, los factores más comunes en la asignación de derechos de uso de tierra son dos, las prácticas sociales y culturales que imperan al interior de los grupos y los procedimientos ejecutados por los líderes tradicionales”, explica María Elena Espinoza, planificadora territorial y de Sistemas de Información Geográfica de ONU-Habitat México.
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En este sentido, los hombres son los principales beneficiados porque históricamente han sido los designados para gestionar a la familia y encargarse de las demandas de la agricultura y la ganadería, menciona Espinoza.
“Esto, en consecuencia, limita o condiciona a las mujeres el derecho de acceso a la tierra”, detalla.
La planificadora territorial explicó que, por ejemplo, en tierras de tipo ejidal o comunal, sólo tres de cada 10 personas ejidatarias o comuneras a nivel nacional son mujeres.
“No obstante, estas cifras pueden variar según la ubicación geográfica, mientras en la Ciudad de México, Baja California, Guerrero y Sonora las mujeres representan en promedio 30 por ciento del total de personas propietarias en ejidos y comunidades; en Yucatán, Campeche y Quintana Roo, este porcentaje no supera el 20 por ciento”.
Por la falta de posesión de tierras en manos de mujeres, éstas se encuentran limitadas a formar parte de órganos de representación o al acceso a créditos, financiamiento o programas sociales.
“Es por ello que uno de los retos para revertir esta situación está en generar políticas públicas encaminadas a incrementar el reconocimiento de la titularidad de las mujeres sobre la tierra, para que puedan acceder a recursos que resulten en beneficio del desarrollo familiar y social”, indica la experta.
Los datos del RAN sobre el número de sujetos con calidad de ejidatario, posesionario, comunero o avecindado que cuentan con por lo menos con un certificado parcelario o de uso común vigente o aquellos que tienen la calidad de ejidatario o comunero, aun cuando no se les han expedido documentos, indican que en Campeche el 17.83 por ciento del total son mujeres, en Quintana Roo el 21.83 por ciento y en Yucatán el 13.20 por ciento.
Respecto a los sujetos agrarios reconocidos con calidad de ejidatario o comunero por Resolución Presidencial o sentencia de Tribunal Agrario en ejidos y comunidades no certificados, se tiene que en Campeche el 17.73 por ciento son mujeres, en Quintana Roo son 21.74 por ciento y en Yucatán son 13.20 por ciento.
El año pasado, la Sedatu dio a conocer que las mujeres son propietarias de tan sólo 36 por ciento de los 32 mil núcleos agrarios en los que está divida la mitad del territorio nacional.
“Tenemos una deuda histórica con las mujeres rurales. Estas cifras revelan un desigual acceso a la tierra y al mismo tiempo, tienen limitados derechos como la educación, capacitación y orientación. Esto afecta profundamente su capacidad productiva, carecen de herramientas para la libre autodeterminación y su representación en los órganos de toma de decisión en los núcleos agrarios es baja”, indicó la dependencia.
Cifras del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) señalan que de las 61.5 millones de mujeres, 23 por ciento habita en localidades rurales y representa el 34 por ciento de la fuerza laboral.
Además, la Sedatu precisa que uno de sus mayores obstáculos es la falta de seguridad en materia de propiedad o tenencia de la tierra, lo que les impide acceder a la toma de decisiones.
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CG