Cada vez son más los desarrollos inmobiliarios turísticos y privados irregulares que ponen en peligro el ecosistema, debido a que se llevan a cabo en la clandestinidad por la imposibilidad de obtener los permisos de impacto ambiental, haciéndolos rebasar los límites establecidos en la normatividad, reconoció el presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) región Sureste, Miguel Ángel Lemus.
De acuerdo con el empresario, esto se debe a que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autoriza pocas Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA), lo que provoca que se frenen obras y el desarrollo urbano del Estado, pese a la creciente demanda que existe.
Aseguró que actualmente hay más de 100 proyectos detenidos por esta situación, lo que consideró injusto, pues cuentan con la tecnología necesaria para reducir el daño y preservar la naturaleza.
La isla Holbox, al Norte de Quintana Roo, es uno de los destinos turísticos más afectados en el Estado debido a que enfrenta graves desafíos ambientales y la pérdida de su esencia natural por su popularidad turística y la falta de regulación efectiva, lo que ha propiciado un auge de construcción descontrolada y fuera de la norma.
En el 2020, el Grupo Ecologista del Mayab previó sobre la construcción de inmuebles turísticos y privados en la reserva, sin permisos, estudios y carentes de las autorizaciones de impacto ambiental por parte de la Semarnat y la falta de inspección y vigilancia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Desde el 2017, la Profepa detectó 36 proyectos turísticos construidos irregularmente en la franja costera de la isla, dentro del Área Natural Protegida de Yum Balam e inició los procedimientos administrativos tendientes a la clausura de dichos desarrollos. Esta problemática continúa extendiéndose hacia la Zona Sur del Estado y por todo el litoral.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
HS