Viridiana Durruti, quien disfrutó de unas vacaciones de siete días en Tulum, regresó a la Ciudad de México, luego de una travesía llena de descubrimientos y experiencias inolvidables.
Durante su estadía, tuvo la oportunidad de explorar no sólo Tulum, sino también Cancún e inclusive, la zona arqueológica de Chichen Itzá en Yucatán.
Mientras esperaba su vuelo de regreso en el Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC), compartió sus impresiones acerca de su estancia. Con entusiasmo, destacó la calidez de la gente local y la hospitalidad que experimentó a lo largo de su viaje.
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“Los siete días que pasamos en Tulum fueron insuficientes para descubrir todas las maravillas de este lugar y los alrededores. Hay tantas cosas que conocer, muchos sitios para visitar. Nos llevamos una buena experiencia de la calidez de la gente; en realidad la mayoría es buena”, señaló Viridiana, quien estuvo acompañada por su hermano durante la entrevista.
Durruti fue consciente que no todas las personas son tan serviciales, pues al salir de Tulum hacia Cancún se topó con una chica del ADO quien le respondió de manera burlona su pregunta acerca del recorrido del autobús para llegar a su destino, pero ella afirmó que no hace caso del tema, sino que prefiere llevarse una buena impresión del destino y de su gente.
Viridiana también mencionó que la diversidad de la región es muy diferente a la ajetreada vida en la Ciudad de México, y expresó que su viaje le permitió desconectar de las preocupaciones cotidianas y relajarse verdaderamente.
“Vine con el propósito de descansar y lo logré al desconectarme de la oficina, la rutina y las responsabilidades familiares. Fue un tiempo realmente hermoso en un lugar maravilloso”, enfatizó.
Mirando hacia el futuro, Viridiana dijo que tiene planes de regresar a Cancún con toda su familia a finales de año. “Tengo hermanos en Estados Unidos, y este lugar es nuestro punto de encuentro, ya que les resulta conveniente llegar directamente aquí”, explicó.
Una de las experiencias que marcaron a Viridiana fue la belleza del mar Caribe. “El océano, la tranquilidad, el clima cálido, todo fue simplemente encantador. Me gusta el calor, y eso hizo que mi experiencia fuera aún más especial”, añadió. Además de explorar los atractivos naturales, Viridiana aprovechó la oportunidad para disfrutar de la gastronomía local.
Quedó impresionada por la calidad de la comida y la bebida en los restaurantes que visitó. Con estas palabras, Viridiana Durruti se despidió de Tulum y Cancún, llevando consigo recuerdos imborrables de un viaje lleno de belleza natural, hospitalidad y momentos mágicos y dejando la promesa de volver pronto.
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