La magnitud de daños y lo que esto representará en pago de seguros a la infraestructura de todo tipo afectada en Acapulco aún es incuantificable, aunque podría equipararse con los montos actualizados respecto de los 2 mil 500 millones de dólares que se pagaron por el Huracán Wilma, que impactó a Cancún el 21 de octubre del 2005.
Jorge Valladares Martínez, presidente nacional de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (Amasfac) añadió que los números aproximados no podrán estar listos sino hasta finales de noviembre, pues de momento se tiene que hacer el levantamiento de daños y los ajustes correspondientes.
El Huracán Otis tocó tierra en Acapulco durante los primeros minutos del pasado miércoles, ocasionando deslaves en las principales carreteras del puerto y también dejó incomunicada a la Entidad.
Este meteoro golpeó como categoría 5 en la escala Saffir-Simpson por lo que era considerado altamente peligroso.
En 2005, con categoría 4, Wilma tocó tierra entrando por la isla de Cozumel, afectado a Playa del Carmen y se quedó estacionado 63 horas en la zona, sobre Cancún.
De acuerdo con Valladares Martínez, después del Huracán Wilma, Quintana Roo se colocó como la Entidad del país que mayor cobertura tiene con el seguro de hogar que incluye estos fenómenos hidrometeorológicos.
Para el caso de gastos médicos mayores representa el 8 por ciento de sus coberturas, mientras que en seguros de vida es el 1 por ciento. El de mayor contratación es el de automóviles, con 36 por ciento.
“Incluso con la pandemia que llevó a que muchos tuvieran que utilizar los hospitales privados, no se tiene un gran porcentaje de incremento de quienes optan por seguros que los protegían contra gastos médicos y seguros de vida, ya que 80 por ciento de quienes tienen uno es porque en el centro laboral se los brindan”, dijo.
En el caso de los automóviles, la mayoría es porque los compran en agencias y es obligatorio; esto lleva a que se tenga esta protección.
Por último, detalló que únicamente aumenta la demanda cuando sucede algún fenómeno meteorológico o evento que lleven a que se tenga que hacer un desembolso y con ello es cuando se decide hacer una contratación.
Según la Amasfac, en Quintana Roo la contratación de seguros se sigue viendo como un gasto y no como una medida de protección.
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HS