Directivos de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) invitaron a reforzar los sistemas de construcción y de seguros en el Caribe Mexicano, luego de la devastación causada por el Huracán Otis en Acapulco. “Aquí también se corren riesgos, aunque hemos adoptado una cultura de Protección Civil”, señalaron.
Edgar Karim Domínguez Lima, vicepresidente de Relaciones Institucionales de AMPI Cancún, advirtió que el vertiginoso desarrollo inmobiliario que actualmente registra la Zona Norte de Quintana Roo representa una buena oportunidad no sólo para la inversión, sino también para tomar precauciones y evitar fallas en las construcciones, que pongan en riesgo la integridad de vidas humanas en caso de un poderoso meteoro.
Este auge se comenzó a configurar en el 2021, después de la pandemia, y se intensificará aún más con la consolidación de los grandes proyectos de inversión federal como el Tren Maya, el puente Nichupté o la remodelación del boulevard Colosio.
“Viene un crecimiento en el Sur de Cancún, sobre todo en el boulevard Colosio, en toda esa franja vienen varios desarrollos inmobiliarios de Monterrey, Guadalajara y Mérida. Le están apostando a Cancún para proyectos de magnitudes enormes, desde mil 300 unidades, de 800 departamentos, todos enfocados a la renta a corta estancia”, dijo.
Aunque esta zona tuvo una dura curva de aprendizaje en temas de fenómenos hidrometeorológicos, que llevo a reforzar cimientos, implementar la instalación de cortinas anticiclónicas y promover la contratación de seguros, para que el progreso continúe, es conveniente no bajar la guardia y garantizar la seguridad de los habitantes.
Según el Centro Nacional de Huracanes, la mayor amenaza para la vida y la propiedad a lo largo de las costas son las mareas de tormenta y las enormes olas causadas por los huracanes. Además, las lluvias intensas pueden provocar extensas inundaciones, incluso en zonas internas.
De acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration), cada año, las inundaciones internas originan más del 50 por ciento de las muertes relacionadas con huracanes. Además, los vientos con fuerza de huracán y los desechos arrastrados por el viento pueden destruir edificios y viviendas móviles, y representan un riesgo de gran importancia para las personas y la propiedad
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HS