Más de dos kilómetros de arenales en Isla Blanca, cercanos a la Playa Acapulquito, la parte más delgada de la península, enfrentan serios problemas de erosión, emperoados por la elevación del nivel del mar.
Los propietarios de la zona han solicitado a los tres niveles de Gobierno que proteger el área e instalen una barrera de más de dos kilómetros frente a ese punto.
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Esta solicitud fue secundada por algunos tours operadores que llevan visitantes para practicar Kitesurf, parapente y surf dentro y fuera de la laguna Chacmuchuch.
Debido al calentamiento global, el nivel del mar se ha elevado, lo que provocó que se erosione y desaparezca parte del arenal, por lo que en algunos años podría partirse en dos Isla Blanca.
“Hace falta que se promueva la formación de dunas y siembra de plantas nativas para resistir a la naturaleza”, dijeron Joel González y Gonzalo Tavares, guías de turistas.
En temporadas de “Nortes” y “Suestes”, los amantes de esos deportes concurren con cientos de personas al día, principalmente novatos a los que les gusta sentir la adrenalina y quieren aprender a usar los equipos en aguas poco profundas, como la mencionada laguna.
Ahí también cruzan los visitantes que van a recorrer manglares y arriban hasta el convento hispano de Boca Iglesia, abandonado a 17 km de Cabo Catoche. Asimismo, los amantes del ecoturismo y de la cultura recorren esa zona antes de volver a sus alojamientos en Costa Mujeres.
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HS