La erosión en una franja de 12.2 kilómetros de playa en Isla Blanca fue ignorada en una evaluación del impacto por la elevación de 30 centímetros del mar en las tres últimas décadas; por tanto, no hay plan de contención para la pérdida de Zona Federal, señalaron los dueños de predios afectados.
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Los daños abarcan desde el ultimo hotel de Costa Mujeres hasta el extremo norte de Isla Blanca. En varios tramos se han caído matas de cocos y otras plantas; también se han derrumbado rocas calcáreas, cuya base fue “lavada” por el mar.
Por Esto! Corroboró la situación en el terreno del Presidente de la Asociación de Colonos de Isla Blanca, Carlos Castells.
“No conocemos ninguna evaluación del impacto del fenómeno de la elevación del nivel del mar”, dijo el dirigente en reciente visita al sitio, donde mostró cómo el mar ya se “comió” casi todos los 20 metros de Zona Federal que habían dejado libres los propietarios de los predios.
Durante las mareas altas, el agua llega a menos de cinco metros de la cerca de alambres de púas, por lo que ahora tienen que recorrerlas hacia sus viviendas, reduciendo el área de su propiedad.
Sin embargo, su temor aumenta debido a que la duna costera, última defensa contra el mar, ya empezó a ser afectada. Aunado a esto, muchas empresas inconscientes construyen sobre esas estructuras naturales, e incluso las rebajan, lo que favorece la erosión.
Otro vecino advirtió que la línea de dunas ya debilitadas es la última defensa natural, pero llegará el momento en que el mar se “coma” gran parte de Isla Blanca, sobre todo en caso de un poderoso huracán; por ello pidió a las autoridades que consideren un plan de defensa, con una línea de rocas a lo largo de todo el trazo.
El talud es un procedimiento que se realiza para proteger la costa, pero dicho muro de contención no está previsto por ningún plan hasta el momento, no obstante que Isla Blanca está considerado en el actual Programa de Desarrollo Urbano (PDU) como apto para el turismo de bajo impacto.
Respecto a los grandes hoteles de la Zona Continental, se consideró dejar libres al menos 40 metros de playa y construir a partir de ese punto, sin edificación vertical, sino piramidal y de bajo nivel frente a la Bahía de Mujeres, había explicado Mayra Ayala Región, responsable de la elaboración del PDU en 1998.
Esa misma política de edificación se extendería para toda la península de Isla Blanca, en una zona más delgada, pero los pequeños propietarios no están a favor de grandes moles, sino de construcciones de muy baja densidad, confirmó hace poco Carlos Castells.
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LV